Los dos hermanos han ingresado en prisión por orden de la juez. | ALEX SEPULVEDA

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La juez del Juzgado de Instrucción número 6 de Inca envió ayer a prisión a los dos hermanos ecuatorianos que confesaron el crimen de Agustín González en la discoteca abandonada de Alcúdia. El tercer implicado, un colombiano que les asesoró para encubrir la muerte, ha quedado en libertad con cargos.

A partir de las nueve de la mañana, y de forma escalonada, los tres detenidos empezaron a llegar a las instalaciones judiciales de Inca, tras pasar tres días en los calabozos de la Guardia Civil, en la Comandancia de Palma. El único que dio la cara fue Hugo Wilson, que iba esposado por delante y en su rostro reflejaba el agotamiento de las 72 horas apresado.

Confesos

De acuerdo con la información facilitada, la declaración de los dos hermanos fue muy similar a la que realizaron ante la Policía Judicial, cuando se derrumbaron. Ladia reconoció que habían mentido en su primera declaración del 17 de junio, cuando avisaron a los equipos de emergencia porque se habían «encontrado» a 'El Gallego' despeñado por una escalera de la antigua discoteca de Es Fogueró. Los tres vivían en aquellas instalaciones clausuradas y Ladia había sido compañera sentimental de Agustín, años atrás. La relación cesó cuando el hombre tuvo un grave incidente con la hija menor de la ecuatoriana.

El varón, por su parte, admitió que había discutido con el otro indigente y que ambos llegaron a las manos. Durante la refriega 'El Gallego' se precipitó por una escalera porque el recinto estaba muy oscuro y apenas se veía nada. La caída fue fatal y el hombre se golpeó en la cabeza, muriendo poco después.

La hermana no participó directamente en la pelea, pero sí fue consicente de todo lo que había ocurrido. Luego idearon la excusa de la caída accidental y llamaron al 112. El colombiano implicado les «asesoró» para ocultar el crimen.

Para los dos hermanos la juez decretó ayer el ingreso en prisión sin fianza y para el tercer acusado, la libertad con cargos. Además, le retiró el pasaporte para que no pueda abandonar el país. De esta manera, la Policía Judicial de la Guardia Civil da por cerrada la muerte de Agustín González Martínez, el indigente gallego.