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«Cuando ocurrió, me quedé paralizada, no sabía cómo reaccionar. Él me decía que no contase nada, que a mi madre le podrían quitar mi custodia». Una joven, de 19 años de edad ahora, ratificó ayer en la Audiencia Provincial cómo sufrió tocamientos y mantuvo relaciones sexuales durante varios meses con un amigo de su madre, cuando ella tenía 13 y 14 años. La víctima relató que tras una serie de tocamientos en los que ella se quedaba paralizada a causa de la situación y una primera relación sexual, empezaron una serie de encuentros consentidos: «Me daba a entender que era mi novio y que la situación era normal».
Según contó en la vista, ella asumió así la situación, «le llegué a querer», hasta que un año y medio después, su madre descubrió lo que ocurría al entrar en su ordenador y ver varias conversaciones entre la niña y el acusado. «Fue una liberación para mí, me sentía la peor persona del mundo por mentir a mi madre». El acusado, al que la Fiscalía pide una condena de 11 años de prisión, no niega que mantuviera una relación con la menor y señala que siempre fue consentida, «siempre fue voluntario». Señaló que eran «amigos» y que no existía ningún tipo de problema entre ellos que motive la denuncia. Además, afirmó que la madre sabía lo que ocurría: «No sé si le contó que manteníamos relaciones sexuales y yo no creí necesario decírselo». También señaló que la primera vez que tocó a la niña, en la misma habitación estaba la madre, que se había quedado dormida en un sofá, aspecto que ratificó la menor.