Miguel Serra Bosch ha sido condenado a 20 años por el asesinato del marido de su ex mujer. | ALEX SEPULVEDA

TW
2

El juez fue más benevolente que el jurado. Miquel Serra Bosch cumplirá 20 años y nueve meses de prisión por el asesinato del marido de su ex mujer, Juan Molero, en Son Oliva en 2009 y por el intento de homicidio de un testigo que intentó detenerle.

El presidente del Tribunal ha fijado la condena por el asesinato en 17 años, dos por encima del mínimo ante la «vileza y cobardía del crimen cometido» y tres por debajo de lo que pedía el fiscal: «Para evitar exasperar la penalidad en el máximo solicitado por las acusaciones se ha considerado como elemento favorable el trastorno mixto de la personalidad que padece el acusado y que no hay duda que tuvo relación con los hechos cometidos».


Según los peritos el acusado padecía un trastorno de personalidad. El jurado descartó que éste mermase su capacidad para saber que lo que hacía estaba mal. El magistrado entiende que «no es posible explicar ni entender lo ocurrido» sin admitir que su voluntad estaba influida por ese trastorno. Miguel Serra regresó a Mallorca 30 años después de abandonar a su mujer y sus dos hijos para acabar con la vida del marido de ésta.

El magistrado Diego Gómez Reino señala que éste hecho sólo se explica por el trastorno de celos obsesivos que presentaba. La sentencia recoge el relato de hechos fijado por el jurado: Serra volvió a Mallorca después de 30 años y tras merodear en torno a la casa de su ex mujer con la que no se había comunicado en ese tiempo, el 7 de agosto de 2009 aguardó a Juan Molero en un aparcamiento de la calle Enric Granados. Allí le atacó con una barra de metal por la espalda y le remató en el suelo con dos golpes que le destrozaron el cráneo.