Alejandro de Abarca, hoy en los juzgados de Vía Alemania. | Alejandro Sepúlveda

TW
23

Alejandro de Abarca tiene la primera condena por los hechos que desembocaron en la muerte de Ana Niculai, el 19 de julio del año pasado. El asesino confeso de la joven de 25 años aceptó ayer una condena de nueve meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de condena. Abarca no regresó al centro de internamiento en el que se encontraba en tercer grado penitenciario la noche anterior al crimen.
La Fiscalía solicitaba inicialmente una condena de un año de prisión por este delito. Finalmente acordó con la defensa de Abarca una reducción de tres meses a cambio de la conformidad.
El acusado cumplía una pena de diez años y medio de prisión por varios robos con fuerza y otros delitos menores. De este cómputo había cumplido ya nueve en prisión, por lo que había accedido al tercer grado, en el que los presos sólo acuden a dormir a la prisión entre semana. Ese domingo por la noche fue a tomar unas cervezas y estuvo toda la noche fuera. Robó una bicicleta e iba con ella cuando a primera hora de la mañana se encontró con Ana Niculai, que en ese momento aparcaba su coche en el centro de Palma. El acusado había visto a la joven alguna vez en el bar en el que ésta trabajaba. La asaltó y la secuestró. Tras ir con ella al poblado de Son Banya y tenerla retenida en el asiento de atrás y en el maletero del coche, terminó con su vida con una dosis de heroína, según su confesó tras ser detenido por la Guardia Civil. Por todos estos hechos, las acusaciones le imputan delitos de asesinato, detención ilegal, robo del vehículo y conducción temeraria en la causa principal por la muerte de la joven que instruye un juzgado de Inca.
La de ayer fue la segunda condena para Abarca por el mismo delito. En el mes de noviembre de 2010 también se confesó culpable y aceptó una condena de nueve meses de prisión por el mismo delito de quebrantamiento de condena. Se trataba de una ausencia anterior a la que desencadenó los hechos y se remonta al mes de mayo de 2009. La condena en todo caso fue anterior a la segunda ausencia del centro penitenciario, por lo que no anuló el tercer grado que disfrutaba entonces.
Pruebas
La instrucción de la causa principal está pendiente de varios análisis forenses realizados en los días siguientes al crimen. Hasta ahora los testigos que han declarado han ratificado en su mayor parte el relato del acusado que incluye varios trayectos entre Palma y Muro el día de los hechos. Sin embargo, aún quedan por esclarecer dos aspectos, el fundamental es cómo se produjo de forma exacta la muerte de la joven. El segundo es si el acusado actuó solo. Él dijo a un funcionario de la prisión que otro preso le había acompañado en una parte de los hechos. Sin embargo, en sede judicial, Abarca negó los hechos.