Un equipo de Última Hora vive in situ uno de los primeros operativos de la temporada contra la prostitución. | Alejandro Sepúlveda

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La avalancha de carteristas, trileros, prostitución nigeriana, vendedores ambulantes y delincuentes en general está castigando con dureza a la Platja de Palma. Por este motivo, desde el Cuerpo Nacional de Policía se ha puesto en marcha la denominada 'operación Arena'. Se trata de un complejo dispositivo para erradicar los diferentes hechos delictivos de la zona.

Un equipo de Ultima Hora ha tenido la oportunidad de vivir in situ uno de los primeros dispositivos contra la prostitución ilegal que se realiza esta temporada.

Son las 23 horas. Llegamos a la comisaría de Platja de Palma. Un total de 14 funcionarios; 12 de la propia demarcación y dos de la Brigada de Extranjería se dan cita en el denominado briefing donde el subinspector Carrasco, jefe del operativo, informa a sus hombres. Todo está apunto. Cuatro coches 'K' (camuflados) salen de patrulla y toman por completo la plaza de las Maravelles, las calles Misión, Llaüt, Misión de San Diego y el perímetro de primera, segunda y tercera línea de playa, concretamente entre los balnearios 5 y 6. Son fáciles de localizar. Más de 30 mujeres de raza negra practican la prostitución a diario en la zona. La mayoría de ellas residen en la barriada de Son Gotleu. Al tocar las doce de la noche uno de los grupos de policías las espera en la parada del bus de la línea 15. A partir de ese momento se viven escenas de todo tipo. Algunas mujeres se arrodillan y lloran desconsoladamente para pedir no ser identificadas. Otras, veteranas en el oficio, mantienen una actitud más chulesca e incluso desafiante con los agentes. Ellas lo tienen muy claro: «Te la chupamos por 5 euros y si quieres follar te costará 10 euros». Además, según los agentes, en algunos casos las prostitutas ejercen la violencia para con los clientes (la mayoría borrachos) y es frecuente verlas robar. Es por ese motivo que se ha intensificado la vigilancia y los controles son constantes.

A primera vista puede dar la impresión que se trata de prostitutas inofensivas, que no hacen daño a nadie y que lo único que desean es ganarse el pan para comer. Nunca más lejos de la realidad. Son una verdadera lacra para la sociedad y, por encima de todo, un bofetón en toda regla a la imagen turística de la zona.

«La manera de actuar de estas mujeres consiste en captar una víctima fácil, en la mayoría de casos un varón de mediana edad y totalmente ebrio», añade un experimentado agente.

«Acto seguido, en grupo habitualmente, lo rodean, comienzan a manosearlo y a fregar sus cuerpos con el de la víctima. En cuestión se segundos le han robado la cartera, el reloj y todo los objetos de valor que llevaba. Ya no se trata del importe económico de la pérdida, al turista le supone un trauma el perder la documentanción y encontrarse en un país extranjero sin dinero, tarjetas y papeles. Como suele decirse, turista robado, visitante que difícilmente volverá a Mallorca. Por ese motivo nuestros esfuerzos y entrega es total», concluye uno de los agentes.

Un total de 26 mujeres fueron identificadas. Una de ellas se encontraba en situación ilegal y se le ha incoado el correspondiente expediente de expulsión. En el momento del traslado de una de las prostitutas a la comisaría el mensaje que nos enviaba era claro: «No hay problema. Ahora me detenéis y me dais de comer y beber gratis. En España se portan muy bien con nosotros», y con media sonrisa en la boca se introduce en el vehículo policial


Seguridad

La comisaría integral de la Platja de Palma, en los meses estivales, juega un papel fundamental en la vigilancia y seguridad del núcleo costero. Al frente de la misma se encuentra un experimentado inspector jefe Enrique Urbano. «Hay que distinguir la problemática delictiva de la zona. Afortunadamente, aquí no tenemos grandes hechos delictivos. Nuestro día a día viene marcado fundamentalmente por los carteristas, pequeños hurtos, robos al descuido y la prostitución ilegal. Es una lucha diaria», destaca el máximo responsable.

«Uno de los puntos que nos preocupa este año es la proliferación de delincuentes rumanos (más de 50 por ciento de los detenidos son de esa nacionalidad). Por otra parte, trabajamos conjuntamente con Policía Local de Palma y las relaciones son extraordinarias. Yo siempre digo que lo importante es ayudar a la gente y da igual el color del uniforme que lleve el agente en cuestión. Partiendo de esa base puedo decirte que hacemos controles conjuntos y que durante este verano se van incrementarán. No vamos a dar tregua a los delincuentes», concluye.

La jefatura de la Policía Nacional lo tiene muy claro y apuesta por ofrecer un servicio eficiente a los ciudadanos. Por ello, además del Grupo de Investigación, Seguridad Ciudadana, Policía Judicial etc... reforzará el dispositivo introduciendo funcionarios de paisano en la arena, autobuses y las zonas más conflictivas. Otras unidades de élite como UPR (Unidad de Prevención y Reacción) y Rayos (motoristas) también intensificarán su presencia.

Platja de Palma seguirá siendo un hervidero de delincuencia hasta que la legislación no sea más dura con los infractores o se dote a los profesionales con armas legales para poder luchar contra ellos. De momento, nos tendremos que conformar, que no es poco, con el trabajo serio, profesional y eficiente de los hombres y mujeres del Cuerpo Nacional de Policía que día y noche velan por nuestra seguridad en la principal zona turística de Balears.