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El Govern decidió cerrar ayer la estación de metro de Jacint Verdaguer durante hora y media, de las 13.30 a las 15.00 horas, por las fuertes lluvias, que se filtraron hasta la estación por una rejilla situada a la altura de la calzada.

Según explicó el director general de Mobilitat en funciones, Antoni Verger, ya se sabía que esto podía ocurrir, puesto que cuando se llevaron a cabo las obras de reparación durante la presente legislatura no se consiguió encontrar una solución técnica a esta rejilla.

Filtración

Por ello, el agua se filtró hasta la estación y los vagones no circularon por ella durante media hora, de las 13.30 a las 14.00 horas, cuando el servicio de metro funcionó desde la estación de Son Costa-Son Forteza hasta la de la Universitat, y por tanto en siete de las nueves paradas de la línea. Sobre las 14.00 horas se decidió que ya podía circular por la estación de Jacint Verdaguer, aunque el tren no paraba en ella porque todavía había agua acumulada, y hasta las 15.00 horas no se abrió definitivamente.

Verger explicó que este punto «siempre va a seguir inundándose» cuando haya lluvias fuertes y argumentó esta afirmación en que la solución técnica a la citada rejilla es difícil y tendrá en cualquier caso «una cierta fragilidad», ya que no hay espacio físico para instalar una nueva tubería que canalice el agua.

Otros puntos conflictivos de la ciudad fueron la confluencia de las calles Reyes Católicos con Manacor, donde el agua acumulada dificultaba la circulación y la Policía Local tuvo que desplazar varias unidades.

También el puente de Eusebio Estada se inundó y tres vehículos quedaron atrapados. Los Bombers de Palma y varias grúas tuvieron que acudir a su rescate. El puente de Eusebi Estada es uno de los lugares habituales de Palma que se inundan casi siempre que suele llover con intensidad.

Alcantarillas

El alcantarillado de media ciudad quedó desbordado y se registraron incidencias en numerosos puntos. La Policía Local y personal de Emaya tuvieron que acudir al Passeig Sagrera, junto al Consolat de la Mar, a la Plaça Pont y a la calle Barrera con Joan Crespí, donde una tubería se rompió y provocó el hundimiento de un tramo de asfalto y una importante fuga de agua sobre la calzada.

Las vías del tren, en su paso por la barriada de Son Oliva, quedaron completamente inundadas y el caudal de sa Riera subió de nivel de forma espectacular en poco tiempo.

Durante la tromba de agua, la Policía Local realizó un recorrido por los distintos torrentes de Palma para ver el estado en que se encontraban, aunque no hubo problemas destacables, excepto en la barriada de Gènova.