El viento es uno de los elementos contra los que luchan los efectivos para controlar el incendio declarado en Artà. | Alejandro Sepúlveda

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Día de fuego en Mallorca. El calor y las fuertes rachas de viento llevaron a que dos incendios de inicio casi simultáneo en Sant Llorenç y Maria de la Salut exprimieran al máximo a los servicios de emergencia. Al cierre de esta edición sólo el primero de los fuegos se daba prácticamente por controlado. Sin embargo, el de Artà seguía sin freno. Ambos siniestros afectaban a cinco municipios: Maria, Llubí y Santa Margalida en el caso del primero y Sant Llorenç y Artà en el del segundo. A última hora de ayer se estimaba la superficie quemada en unas 350 hectáreas: 100 en el caso del primero y 250 en el que aún no había sido controlado. A las 20.52 horas se envió un aviso a la Unidad Militar de Emergencias por parte de los servicios del 112 para el incendio de Artà ante la gravedad que estaba tomando la situación.


Desalojos


Los dos fuegos llevaron al desalojo de más de una veintena de viviendas y un hotel rural en el fuego de Llubí y de una treintena de personas en el segundo. Cinco carreteras de la Isla tuvieron que ser cortadas también por precaución durante la tarde. Las labores de extinción movilizaron nueve aviones, dos helicópteros y numerosos medios humanos.
Agentes del Seprona de la Guardia Civil investigan el origen de los dos siniestros. El hecho de que comenzaran al mismo tiempo y con varios focos distintos hace temer que pudieran ser intencionados.
En torno a las tres de la tarde cerca de una caseta forestal de Maria de la Salut se inició uno de los fuegos. De forma inmediata el viento hizo que se extendiera a gran velocidad por varias fincas sembradas de cereales que estaba secos y a punto ya para la cosecha. El siniestro llegó en sus momentos de mayor virulencia a alcanzar un kilómetro de frente. Tras atravesar el término municipal de Llubí -donde se incendió alguna caseta de aperos aislada- las llamas afectaron de manera especial a Santa Margalida, después de que cruzaran la carretera que une esta localidad con Muro. Salvo alguna zona forestal aislada las llamas han afectado sobre todo a suelo agrícola. Sin embargo, la cercanía de numerosas viviendas aisladas ha llevado a la evacuación de una veintena aproximadamente y de un establecimiento de turismo rural.
Durante la tarde estuvieron cerradas las carreteras que unen Llubí y Santa Margalida y Santa Margalida y Muro. En total el fuego llevo a la clausura de cinco carreteras: Ma3440, Ma3443, Ma 3430, MA 3411 y Ma3412, además de los caminos de Son Flo y Morers. El Govern estimaba la superficie quemada en cien hectáreas, mientras que el 112 elevaba la cifra hasta 350. A partir de las siete y media de la tarde el viento se calmó en la zona y permitió que los servicios de emergencia consiguieran controlar la expansión de las llamas que, a última hora afectaban casi únicamente al municipio de Santa Margalida.
Con todo, el fuego de mayor gravedad era el de Artà. Allí las llamas han afectado a una amplia zona forestal en numerosas fincas privadas y continuarán durante toda la noche. El viento, que en el otro fuego aflojó a última hora de la tarde y facilitó la extinción continuaba soplando con fuerza y las llamas se habían dividido en numerosos frentes.

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Incontrolado


En este caso el foco del siniestro se sitúa en la zona de sa Carbonera de Sant Llorenç. La primera llamada que recibieron los servicios de emergencia se produjo a las 15.36 horas. El frente avanzó la zona de sa Carrossa a través de fincas como Infern hacia la carretera de Artà a Can Picafort, que tuvo que ser cortada en una logitud de unos seis kilómetros. Además de ésta también se impidió el tráfico de la M-12, que une Artà con el Port d'Alcúdia. El rápido avance de las llamas llevó a que primero tuvieran que añadirse cuatro helicópteros de Ibanat y una avión con base en Pollença. Más tarde se activaron también medios aéreos de la Península (dos aviones) y de las bases de Menorca y de Eivissa. A estos efectivos se unen en tierra cinco brigadas del Ibanat, efectivos de los Bombers de Palma y que acudieron hasta Artà además de Bombers de Mallorca de distintos parques de la Isla, tres autobombas y otros medios técnicos. Según el Govern a última hora de la tarde de ayer en total eran ochenta personas las que participaban en las labores de extinción del fuego.
Las previsiones del Govern apuntaban a que durante la noche permanecerían en la zona un retén de guardia con seis brigadas del Ibanat y efectivos de los Bombers de Palma.
Los trabajos de extinción han sido especialmente peligrosos a causa del viento, que cambiaba continuamente de dirección en la zona. Así, en un momento dado, el fuego ha alcanzado a uno de los vehículos que interevenían en la extinción y ha provocado en él daños materiales.

En el término municipal de Artà ya se produjo un fuego hace dos semanas que arrasaron 46 hectáreas, por lo que se trata del segundo incendio en lo que va de verano en la zona y, con mucho el más grave. Hasta la zona se han desplazado la presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, y los consellers de Administraciones Públicas, Simón Gornés, y Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, entre otras autoridades.