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Una residencia de ancianos de Palma tendrá que pagar una multa al Consell Insular por el trato negligente a una interna. El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Palma ha condenado a la empresa Mapfre Quavitae, que gestionaba el centro al pago de la sanción.

La compañía, que ya no gestiona la residencia, recurrió contra la sanción. El magistrado tilda el recurso de «temerario» y califica de «graves» los errores del centro que motivaron las sanciones. En concreto fueron dos los motivos que llevaron a que el Consell multara al centro después de las denuncias de la hija de la interna, Carmen López Bascuñana.

Medicación

En la residencia cambiaron la medicación que tenían que suministrar a los internos, de manera que le dieron los medicamentos que no tocaban a la mujer, que llegó a urgencias tras el episodio.

Según el magistrado, el hecho es «sintomático de la 'diligencia' de la clínica a la hora de gestionar documentos tan importantes como lo que contienen datos clínicos de los usuarios». Además señala que, de haberse producido un daño a la paciente -algo que no ocurrió-, el «grave error» del centro sería un delito penal.

La otra negligencia sancionada es que la interna, que tenía 93 años, dormía en un cama sin barrotes, lo que motivó varias caídas sin que se tomaran medidas para evitar nuevo episodios de este tipo.

Todos los hechos fueron denunciados por la hija de la mujer. Carmen López Bascuñana explica que su madre sufrió un deterioro muy acelerado durante los siete meses que estuvo interna en el centro. De hecho, la mujer falleció tras este tiempo.

López Bascuñana presentó ante la empresa una larga lista de quince páginas que reflejaba el día a día de la estancia de su madre en el centro. En este escrito describe un servicio «pésimo, caótico, desorganizado y desastrado», en el que su madre comienza a perder peso «alarmantemente». Además narra episodios de descuidos en las medicinas o la limpieza de la madre. ¿Por qué no la sacó del centro? «Pagaba 2.200 euros al mes y pensaba que si ésta era así, cómo serían las baratas», dice. Tras la denuncia de Bascuñana, la empresa cesó al director del centro y más tarde fue sancionada por el Consell, sanción ahora ratificada en la vía judicial.