Tal y como adelantó ayer Ultima Hora, en un primer momento se investigó si una tercera persona había entrado de madrugada en la casa y la había incendiado con gasolina. Sin embargo, las declaraciones del septuagenario no cuadraban. La casa de la calle Pau, que había sido suya, al parecer la había perdido tras rehipotecarla varias veces y en la actualidad el propietario era un ciudadano búlgaro. El extranjero quería que el matrimonio abandonara la planta baja, y la relación entre ellos era tensa.
De ahí que en los primeros momentos la Policía Judicial investigara esa pista para aclarar el incendio.
La aparición de una garrafa de gasolina aceleró las diligencias y al final el hombre de 76 años, que resultó intoxicado junto a su mujer, de 77, confesó ser el autor del fuego. Se le imputa también un delito de simulación de delito.
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