Los policías habían recibido numerosas denuncias y quejas de vecinos acerca del bar. | Vasil Vasilev

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El Grupo de Actuación Preventiva (GAP) y la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma realizaron una inspección en un bar de la calle Pico Veleta de la barriada de Son Gotleu, que ha generado numerosas denuncias y quejas por parte del vecindario. Este establecimiento ya fue cerrado hace meses por el Ajuntament porque carecía de licencia y por supuesto tráfico de drogas ya que se encontraron sustancias estupefacientes detrás de la barra. Además, se le impuso una sanción de 60.000 euros.

Sin embrago el establecimiento volvió a abrir tras cambiar de propietario. Los vecinos han denunciado ante la policía los constantes problemas que provoca el local y el trapicheo de drogas que se llevaba a cabo en el mismo. Así, sobre la una de la madrugada de ayer, los agentes se personaron en el establecimiento para inspeccionarlo.

Se constató que el bar carece de licencia de actividad, se le incoó un acta por música y televisión, así como por consumo de alcohol en la vía pública y cocaína. Probablemente todas estas irregularidades desencadenarán en un decreto de cierre de actividad.

También se identificó a un total de 32 personas, que fueron cacheadas. Veinte de ellas estaban dentro del establecimiento y 12 fuera. Cuando estos clientes vieron llegar a los policías se desprendieron de la droga que portaban encima. Los agentes encontraron esparcidas por el suelo y debajo de los coches, una decena de bolsas repletas de marihuana del tamaño de un puño. Mientras los agentes llevaban a cabo la actuación, algunos vecinos salieron a las ventanas o balcones y manifestaron que «ya era hora que se hiciera algo con este bar».