«Muy fría, muy calculadora. Nunca se le ha escapado una lágrima». Las tres hermanas de José Alameda, el vecino de La Soledat que apareció en agosto del año pasado muerto y maniatado en Lloret, cargan contra su ex pareja, Elisabeth L.S. La mujer fue detenida en el mes de septiembre por la policía y está imputada por el asesinato de su novio. Hace unas semanas quedó en libertad tras abonar una fianza de 10.000 euros.
La decisión judicial ha molestado y desconcertado a las tres hermanas de Alameda, Paqui, Sacramento y Adoración: «No nos sentimos amparadas por nadie». Las tres están convencidas de que la responsable del crimen está ahora en la calle: «Desde que mi hermano desapareció nos dijo una mentira detrás de otra. Al segundo o tercer día de que desapareciera mi hermano ya nos dimos cuenta de que era ella», aseguran. Las familiares del fallecido relatan que la sospechosa de idear el crimen se puso en contacto con ellos para preguntarles si sabían dónde estaba su pareja: «Vino a mi casa -señala una de ellas- y estuvimos juntos toda la tarde. Luego fuimos a la casa de mi hermano. No estaba toda revuelta, sólo habían registrado dos dormitorios». Este dato hace pensar a las familiares que quienes entraron en la vivienda y secuestraron a su hermano sabían lo que buscaban. «Cuando lo vimos así ya pensamos que estaba muerto». Unos días después, en efecto apareció el cuerpo. Durante ese tiempo afirman que Elisabeth «estaba muy entera e insistía en que a ella le faltaban dos cinturones, algo que nosotros no nos explicábamos».
¿Cómo era la relación entre José y Elisabeth? Paqui explica: «Cuando los veía los veía bien. Él nunca nos ha dicho una mala palabra de ella. Cuando nos dijo la policía que tenía un amante desde el año 2007 nos pilló por sorpresa. Estaba con mi hermano y estaba con otro». Los familiares del fallecido tienen la sospecha de que detrás de la relación la imputada buscaba dinero: «¿Quién lo pagaba todo si ella no trabajaba?» Con especial indignación recuerdan una carta que Elisabeth les escribió cuando ella ya había ingresado en prisión. En ella negaba todo y les pedía que pusieran a su nombre el automóvil del fallecido.
También recuerdan como un dato sospechoso un robo anterior en la casa de José Alameda: «Ella me dijo que sólo tres personas sabían dónde estaba el dinero».
La última vez que las tres mujeres hablaron con su cuñada fue en el entierro, cuando las sospechas de la familia ya eran evidentes. «Se ha reído de nosotras». Ahora piden que se esclarezca el caso y la participación de la Elisabeth. Después de que la mujer quedara en libertad cambiaron de abogado.
6 comentarios
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Seguro que si hubiese sido de sexo masculino la asesina, ahora estaría en la calle... Ya, seguro que sí... Y luego algún distinguido señor dice que en España "la justicia es igual para todos"...
Yo no creo que lo haya matado se amiga (amantes seguro que eran) , pero cualquiera como sus hermanas o otros podrian ser... , yo diria que a su amiga, le tenian odio y por ello a acusarla de asesina. Vaya banda de hermanas y otras/os hay por el mundo de Dios.
Si es tan calculadora que me resuelva 34353631x945782752 que mi calculadora no me llega para más.
Ahora como calificará la intrépida Leire Pajín éste hecho luctuosos, de VIOLENCIA DOMÉSTICA como los califica Ana Mato, o es VIOLENCIA MACHISTA DE GENERO como esgrimió encolerizada la Pajín. Durante ocho años cuánta tontería han dicho y cuanta necedad ha emanado de las mentes sucias de esos inútiles del PSOE, que ha acabado con nuestra economía, nuestra sociedad y con nuestra paciencia.
Si llorase a lágrima viva tal vez dirían que las reacciones son muy exageradas y poco creíbles. Haga lo que haga, todo está mal, porque cuando se trata de hacer leña del árbol caído todo vale. Sobre todo en Mallorca, que si te callas eres sospechoso y si lloras de más y sufres te tachan de loco perdido.