Un miembro de los TEDAX de la Guardia Civil junto al material desactivado en la isla de Cabrera. | Guardia Civil

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Cabrera siempre alberga sorpresas. La Guardia Civil desactivó recientemente 243 extintores explosivos que estaban distribuidos en la isla. Los aparatos, que ya no se utilizan en la lucha contra los incendios, estaban caducados.
El operativo de la comandancia palmesana se puso en marcha el viernes, cuando cuatro miembros de los GEDEX (Grupo Especial de Desactivación de Explosivos) se desplazaron en una lancha a Cabrera.
Desactivados
El objetivo del grupo era neutralizar los 243 extintores explosivos de color naranja, que tenían un funcionamiento muy especial. Los recipientes de plástico eran de forma cilíndrica y en su interior albergaban cinco litros de agua con un retardante químico y un cilindro de plástico con una mezcla explosiva y una mecha de pólvora exterior. Al activarse la pólvora, el extintor reventaba provocando un doble efecto: el agua retardante se esparcía por muchos metros a la redonda y el vacío de oxígeno de la detonación extinguía las llamas, que eran literalmente engullidas.
El proceso de desactivación de todos los extintores fue laborioso, porque tuvieron que ser puestos fuera de juego uno a uno. Fuentes de la Guardia Civil informaron que el operativo en Cabrera estuvo coordinado con la oficina de Espais de Natura Balear, del Govern. Los extintores explosivos tenían al menos treinta años de antigüedad y su vida útil ya había caducado. Una acumulación tan grande de pólvora y mechas suponía un riesgo para un espacio tan protegido como Cabrera, de ahí que la Benemérita haya optado por la destrucción del material.