En el dispositivo participaron una veintena de agentes del Grupo Rural de Inca y la Agrupación del Sector de Tráfico de Balears | Julio Bastida

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Se acabó la fiesta. A primera hora de ayer, la Guardia Civil irrumpió en un conocido y polémico after ubicado en el complejo del Foro de Mallorca y, tras realizar una redada, levantó varias actas por consumo de droga y abrió un expediente administrativo al local.

Un dispositivo integrado por más de 20 agentes pertenecientes al Grupo Rural de la Guardia Civil de Inca, la Agrupación del Sector de Tráfico y la Patrulla Fiscal y Fronteras (PACIF) de Pollença, tomaron posiciones y, perfectamente coordinados, tomaron literalmente el párking del complejo donde los jóvenes se reúnen habitualmente para hacer botellón e ingerir sustancias estupefacientes. Simultáneamente, otro equipo se adentró en el after y realizó una exhaustiva revisión del mismo y de los clientes.

Desde hace un tiempo, es un secreto a voces que el Foro de Mallorca se ha convertido en el refugio de cientos de jóvenes que pretenden continuar la fiesta una vez que Palma cierra sus puertas. Concretamente, todos los domingos por la mañana, las quejas vecinales se multiplican y muy especialmente cuando se producen enfrentamientos entre los clientes de los restaurantes y los jóvenes que van muy pasados de drogas y provocan graves altercados.

Por ese motivo y atendiendo a las numerosas quejas ciudadanas, la Benemérita realizó un dispositivo modélico en el que se levantaron numerosas actas por consumo, se incautaron algunas armas, tales como barras de hierro y otros útiles que utilizan los jóvenes en caso de peleas y realizaron numerosas pruebas de alcoholemia.

Una vez finalizado el registro del local, donde también se localizó droga expandida por el suelo, se registraron los vehículos que había en el párking y se cachearon a todos los jóvenes.

Es habitual que los consumidores de drogas de diseño y pastillas no consuman alcohol, por ese motivo, la Agrupación del Sector de Tráfico de la Guardia Civil montó macrocontroles de alcohol y drogas en la rotonda de la Ford de Inca y la rotonda de Consell, es decir, cerraron a cal y canto las posibles vías de entrada y salida de los consumidores.

Numerosos vecinos y residentes aplaudieron la actuación de la Benemérita destinada a erradicar uno de los afters más conflictivos que existe en la Isla. Durante toda la operación no hubo que lamentar ningún incidente gracias a la profesionalidad de los agentes actuantes.