El conseller de Medio Ambiente, Biel Company, ha asegurado que hay firmes sospechas de que los incendios puedan ser provocados. | Alejandro Sepúlveda

TW
68

Un gran incendio que se declaró ayer tarde entre ses Costes de Xorrigo y Son Gual, y que era visible desde Palma, Algaida y Llucmajor, obligó a cortar la autovía de Manacor y provocó un caos circulatorio que duró varias horas. Son Sant Joan también sufrió las consecuencias de la humareda y 86 vuelos sufrieron retrasos.


Sospechosamente, el siniestro coincidió con una cadena de incendios en Mallorca, y cogió a los equipos de emergencia desbordados. Sobre las cuatro menos diez minutos de la tarde, numerosos vecinos de s'Arenal y Sant Jordi comenzaron a llamar al 112 para alertar de una descomunales llamaradas en una zona arbolada, próxima a algunas fincas habitadas.

Rápidamente, el fuego se extendió a la autovía y pilló por sorpresa a decenas de conductores. Algunos frenaron en seco y otros intentaron dar la vuelta, con el consiguiente caos circulatorio.
Poco después, las llamas habían pasado de un lado a otro de la calzada y fue necesario cortar el tráfico entre el punto kilométrico 10 y el 15, a la altura de la rotonda del Camí de sa Siqui. Se trata de una zona limítrofe entre Palma y Algaida.

Despliegue
La Policía Local y la Guardia Civil desviaron el tráfico en algunos puntos y tranquilizaron a algunos conductores atrapados que estaban muy nerviosos por la proximidad de las llamas.


El fuego se acercó peligrosamente a casas habitadas, y al menos tres de ellas fueron evacuadas de manera preventiva. Sobre el origen del siniestro, ayer todavía no estaba aclarado qué había ocurrido en ses Costes de Xorrigo, aunque trascendió que la Guardia Civil tenía la matrícula de un coche sospechoso que fue visto merodear por el tramo que poco después quedó envuelto en llamas.

El incendio todavía no está controlado, pero las brigadas del Ibanat y los bomberos de Mallorca tienen estabilizado el perímetro. Las hectáreas quemadas no se han calculado, pero fuentes policiales informaron que «se trata de una extensión considerable». Por la noche varios retenes de guardia permanecieron en la zona.

Aeropuerto

La ola de incendios que asolaron ayer la Isla tuvo también su repercusión en la actividad del aeropuerto de Palma ya que, por motivos de seguridad, AENA Aeropuertos se vio obligada a replanificar toda la programación de vuelos a partir de las 18.00 horas, en concreto los de llegada, afectando a cerca de un centenar de movimientos de aeronaves y a unos 17.000 pasajeros.


Esta decisión de AENA Aeropuertos, que se adopta siempre que cualquier tipo de siniestro puede poner en peligro la seguridad aeroportuaria, repercutió en todos los vuelos de llegada desde la Península y Europa.


Fuentes del Govern cifraron ayer en unos 86 vuelos los que tuvieron retrasos medios de unos treinta minutos, aunque a medida que fueron pasando las horas se fueron incrementando, lógicamente, los minutos de retraso.
Para evitar el impacto del humo, el aeropuerto se vio obligado a cerrar una cabecera de la pista norte, canalizándose todo el tráfico hacia la pista sur, la situada más próxima a Can Pastilla, con el fin de evitar cualquier tipo de distorsión en la programación de las compañías aéreas.

Los vuelos que no se vieron afectado fueron los de salida. La normalidad en el aeropuerto volvió a última hora de la noche, aunque no se descarta que AENA Aeropuertos, por motivos de seguridad, mantenga, en caso de recrudecerse los incendios, la misma medida a lo largo del día de hoy.

El aeropuerto de Palma, según sus previsiones, espera durante este miércoles un movimiento de 683 aeronaves, que supone un tráfico de 114.195 pasajeros.