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«Prefiero cumplir dos años y medio en la cárcel y así no quedar mal con nadie. Yo fui el primero que llegó a la casa abandonada y no es la primera vez que le pegaba fuego. Lo que pasó esta vez es que el viento hizo como una vuelta y se fue el humo para el otro lado». Estas fueron las palabras de Diego M. G., el acusado de prender fuego una casa abandonada en Inca con dos ocupantes en su interior, en el último turno de palabra.


La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Balears juzgó, en la mañana de ayer, a un hombre, con numerosos antecedentes penales. Estaba acusado de los hechos del día 15 de marzo de 2011 cuando se dirigió a una vivienda abandonada sita en un polígono de Inca y, a sabiendas de que dentro había dos ‘ocupas', colocó un colchón de espuma con su funda en la única puerta de acceso y le prendió fuego. Una vez que comprobó que tanto la puerta como el colchón estaban ardiendo, esperó en el exterior de la casa con un palo de golf y, cuando los ‘ocupas' abrieron una ventana para poder respirar, el acusado les increpaba desde el exterior y les prohibió la salida. En ese momento, las víctimas llamaron a la Policía Local de Inca quienes llegaron al lugar y sofocaron el fuego con extintores.

El juicio ha quedado visto para sentencia. El ministerio fiscal solicita una pena de dos años y medio de cárcel y de cuatro años de orden de alejamiento. Se le imputa un delito de incendio con el atenuante de alcoholismo. El acusado afirmó que se tiró a la bebida por el fallecimiento de sus padres hace más de 12 años.