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Agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención del joven que agredió, la madrugada del pasado 29 de julio, a un agente de la Guardia Civil que se encontraba de vacaciones en Mallorca, a las puertas de una discoteca de Can Valero.

Los investigadores, en el marco de la operación ‘Púgil', procedieron, el pasado 13 de agosto, a la detención del autor material de la agresión, un joven de 28 años en su domicilio, el cual reconoció ser el autor de los hechos que se le imputan.

Además, las pesquisas policiales permitieron identificar y localizar a todas las personas que la madrugada del día 29 de julio acompañaban al agresor y se encontraban presentes cuando sucedieron los hechos.

Lesiones

Como consecuencia de la agresión, la víctima quedó inconsciente en el suelo, debiendo ser trasladada a un centro hospitalario cercano, siéndole diagnosticadas, entre otras lesiones, fractura de mandíbula y fractura de tabique nasal, de forma que tuvo que ser sometida de urgencia a una delicada intervención quirúrgica.

La víctima es un agente de la Guardia Civil, destinado fuera de Mallorca, que se encontraba en la Isla disfrutando de unas vacaciones junto a su pareja y dos amigos.

Las investigaciones permitieron averiguar que, horas antes, víctima y agresor habían tenido un enfrentamiento verbal en el interior de una discoteca muy próxima al lugar donde sucedieron los hechos. La discusión se desencadenó cuando la víctima recriminó al otro individuo que estaba molestando a su novia en la pista de baile.

A la hora de cierre del local, sobre las 05.30 horas, víctima, agresor y un numeroso grupo de acompañantes de ambos, coincidieron en la zona de aparcamiento de vehículos.

Ese momento fue aprovechado por el atacante para, de manera súbita y sorpresiva, dirigirse hacia la víctima, lanzándole numerosos puñetazos que le impactaron en el rostro, hasta el punto que la víctima cayó al suelo quedando inconsciente.

El autor material de la agresión, ayudado por sus acompañantes, huyó antes de la llegada de los indicativos ‘Zeta' del Cuerpo Nacional de Policía, que acudieron al lugar de los hechos tras recibir diversas llamadas acerca del suceso.

No se conocían

No obstante, tanto la víctima como sus acompañantes desconocían cualquier dato del agresor, pues no existía ningún tipo de relación entre ellos ni se conocían previamente, circunstancia que dificultó «enormemente» la investigación, según informa el Cuerpo policial.

Los agentes centraron sus sospechas en un turismo, propiedad de una mujer residente en la ciudad de Murcia. A través de las gestiones practicadas, se tuvo conocimiento de que dicho vehículo no se encontraba en Murcia, sino que en las fechas en que sucedieron los hechos el turismo se hallaba en Palma.

Tras intensas batidas por la ciudad, los agentes del Grupo de Homicidios localizaron el vehículo en una barriada palmesana, pudiendo comprobar que el mismo era conducido de manera habitual por una chica de 25 años de edad.

Personas cercanas al detenido afirman que fue el guardia civil quien iba muy borracho y fuera de control. De hecho, según las mismas fuentes, el personal de seguridad del local lo tuvo que sacar fuera horas antes.