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Conato de batalla campal en s'Arenal. Un incidente de una patrulla de la Policía Local con un vendedor ambulante completamente trivial estuvo a punto de convertirse en un incidente grave en primera línea de la Platja de Palma. Una rápida y amplia movilización policial tuvo un efecto disuasivo y consiguió que el incidente quedara finalmente en poco más que unos cuantos empujones.

La secuencia de los hechos comenzó en torno a las cuatro de la tarde. Una patrulla policial detectó un vendedor ambulante junto al Balneario 6. Hasta aquí todo normal. El vendedor comenzó a correr a lo largo del paseo, seguido del vehículo. En lugar de hacer lo habitual, que es meterse en un callejón para evitar a los agentes, continuó su huida al lado de la calzada. De esta manera los policías le seguían en el coche. En un punto de esta carrera el hombre se tiró al suelo del puro cansancio, según fuentes policiales. Los agentes le recogieron y le llevaron a un banco para identificarle.

Al ver a su compañero en ese estado, otros vendedores subsaharianos interpretaron que se había producido una agresión por parte de los agentes. De esta manera se produjo una primera situación de tensión. Un grupo de compañeros del primer vendedor se encaró con lo agentes, si bien éstos consiguieron convencerles de que no habían golpeado. El asunto quedó ahí y los policías se fueron.

Al rato, los policías recibieron un aviso de radio: un grupo de vendedores ambulantes se habían concentrado en el Balneario 6, estaban muy nerviosos e incluso algunos agresivos. La misma patrulla regresó y se encontró con que, lejos de calmarse, los ánimos se habían soliviantado. Esta vez, la situación sí era explosiva: al ver a los agentes, uno de los vendedores les lanzó una colilla. Para evitar males mayores, los policías se alejaron y solicitaron refuerzos.

Así, se montó un gran despliegue en la zona de agentes de los Usei y los UII de la Policía Local y la presencia de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes montaron un cordón delante de los vendedores y se vivieron algunos momentos de tensión que, sin embargo no fueron más allá de unos empujones.

Finalmente la situación se calmó y los policías identificaron a varios de los vendedores más agresivos si bien no hubo ningún detenido por lo ocurrido.