Una mujer achica agua de su casa en Bunyola.

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Una repentina tormenta dejó ayer tarde muchos litros de agua por metro cuadrado en Bunyola, Palmanyola, Porreres, Vilafranca, y Algaida. El aguacero provocó inundaciones en casas y garajes y dejó atrapados a decenas de conductores, algunos de los cuales tuvieron que ser rescatados por los bomberos.

Sobre las tres de la tarde descargó con mucha fuerza en la urbanización Pla de sa Coma, en el término municipal de Bunyola. El chaparrón se desplazó después a Palmanyola, donde las inundaciones siempre han sido una constante. Los Bomberos de Mallorca fueron requeridos para intervenir en otros pueblos, como Porreres, donde se acumuló una gran cantidad de agua en la carretera en dirección a Felanitx. Cuatro coches quedaron atrapados en un gran charco de agua, de 30 centímetros de altura. Pese a los nervios iniciales, la situación se solventó sin ningún herido.

En Vilafranca cayeron 65 litros por metro cuadrado en poco más de una hora, lo que supone una cantidad muy importante, y en algunas viviendas el agua se acumuló en los bajos y el garaje. Protección Civil tuvo que intervenir en una de estas casas, ya que los bomberos estaban saturados.

En Randa

En la zona de Algaida también llovió intensamente y, en concreto, en Randa, donde una vivienda se inundó. Los bomberos achicaron el agua con una bomba.

Vecinos de la urbanización de Es Pla de sa Coma denunciaron a este diario que «cada vez que llueve con fuerza se registran inundaciones. Esto no es de recibo. Las aguas fluviales y las fecales van juntas en las tuberías y hace unos días ya tuvimos inundaciones». Varios garajes y casas de ese enclave quedaron anegados y los vecinos tuvieron que realizar ímprobos esfuerzos para sacar el agua.

En Palma, la situación fue de absoluta normalidad. «Ya tuvimos suficiente el miércoles, con el caos que se montó en la zona de los colegios o el puente de Son Oliva», explicó un mando de los bomberos, que añadió que en estos casos «lo peligroso es que llueva sobre mojado».

El Sector de Tráfico de la Guardia Civil estuvo muy pendiente por si era necesario cortar alguna de las carreteras afectadas por las lluvias, aunque ya avanzada la tarde se recobró la normalidad en prácticamente toda la Isla.