La Guardia Civil del cuartel del Pont d'Inca ha detenido a los rumanos. | Julio Bastida

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Las bandas rumanas especializadas en robos y hurtos en comercios de Mallorca siguen siendo una pesadilla para la Guardia Civil. El último clan desmantelado ha sido uno formados por dos jóvenes y una chica que están implicados en al menos siete asaltos a negocios de Palma y Marratxí.

De acuerdo con los datos facilitados por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma, la operación la llevó a cabo el cuartel del Pont d'Inca y los tres arrestados son dos varones de 25 y 31 años y una mujer de 23.

Modus operandi

El grupo alquilaba un coche que siempre conducía la chica, para levantar menos sospechas en los controles, y después visitan grandes superficies y comercios.

El método consistía en entrar en los establecimientos con un bolso del tipo «búnker», que tiene papel de aluminio en los lados internos y permite anular las alarmas de las puertas. Los hombres también llevaban algunas tenazas de pequeño tamaño, con las que podían desanclar los teléfonos y aparatos electrónicos que están expuestos en mostradores para que los clientes puedan manejarlos. En cuestión de minutos, la banda era capaz de sustraer numerosos efectos, que introducían en el bolso «búnker». Después, salían por la puerta principal con total normalidad y huían en el coche de alquiler.

Otros robos

Cuando los sospechosos fueron interceptados, llevaban en su poder ropa y videojuegos sustraídos en al menos siete comercios distintos.

Además, uno de los detenidos tenía en su poder un teléfono Smartphone que había sido sustraído en una tienda de telefonía de Sevilla. Se trata de un modelo de última generación, muy caro.