Bombers de Palma, personal sanitario del 061, Policía Local de Palma y Guardia Civil de Tráfico acudieron al lugar del suceso para auxiliar a las víctimas tras la persecución. | Vasil Vasilev

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Conducir bajo los efectos del alcohol, triplicar la tasa permitida, huir de la policía y tomar las curvas a más de 100 kilometros por hora sólo puede acabar de una manera: sufriendo un aparatoso accidente y siendo detenido.

A las 6.20 horas de la mañana de ayer, un furgón de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) de la Policía Local de Palma, que circulaba tranquilamente por la vía de cintura de Palma (MA-20), se percató de que un vehículo estaba haciendo unas maniobras muy extrañas.

Los agentes, manteniendo las distancias, observaron sus movimientos y el turismo no cesaba de zigzaguear por la autopista poniendo en peligro su integridad física y la del resto de vehículos.

Acto seguido, el furgón se colocó tras el vehículo sospechoso. Al percatarse el conductor, lejos de corregir su comportamiento, aceleró y se dio a la fuga.

En ese instante los policías accionaron los rotativos luminosos e iniciaron una persecución. El conductor del turismo se salió de la autopista y tomó la salida de las piscinas de Son Hugo. Al llegar a la prolongada y peligrosa curva, no pudo controlar el coche y se empotró literalmente, aproximadamente a unos 100 kilómetros por hora, contra el muro de hormigón. A consecuencia del impacto, el vehículo volcó quedando los cuatro ocupantes atrapados en su interior.

Rápidamente, los agentes consiguieron sacarlos y solicitar ayuda. Bombers de Palma, ambulancias del 061 y Guardia Civil se personaron en el lugar para atender a las víctimas.

La Policía Local de Palma procedió al arresto del conductor que arrojó una tasa el triple de lo permitido y, posteriormente, se lo entregó a la Guardia Civil de Tráfico que tras imputarlo le dejó en libertad con cargos.
Uno de los ocupantes quedó herido grave y dos salieron ilesos.