Los hechos ocurrieron en el convento de las Hermanas de la Caridad, en Son Roca. | Alejandro Sepúlveda

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Una limosna de tres euros estuvo a punto de salirle muy cara a las monjas del convento de las Hermanas de la Caridad, en la barriada palmesana de Son Roca. Un pedigüeño se indignó porque consideraba insuficiente ese donativo y decidió provocar un incendio en ese edificio, frente a la iglesia. Afortunadamente, el fuego fue sofocado antes de que se extendiera y el mendigo fue detenido.

Los hechos ocurrieron hace unos días, cuando un hombre de 42 años, que sufre una invalidez, llamó insistentemente a la puerta del convento, ubicado en la calle reverendo Gabriel Bestard número 51.

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El varón empezó a llamar de forma insistente al timbre de la puerta de las monjas. Una de ellas le abrió la puerta y el hombre le pidió dinero, a pesar de que tenía serias dificultades para hablar por una operación que le habían hecho.

La religiosa le explicó que no podían dar donativos limosnas, pero le ofreció comida y rezar por él. A continuación, le entregó unos alimentos y cerró la puerta. El señor no se quedó contentó y volvió a aporrear la entrada. Cuando se encontró con una monja le volvió a pedir dinero y finalmente la religiosa le entregó tres euros, aunque le recordó que ellas no entregaban donativos, sino que ayudaban de otra manera a los más necesitados.

La disputa no acabó aquí y el mendigo siguió llamando al timbre, aunque las monjas decidieron no volver a abrir la puerta porque temían por su integridad, ya que el inválido estaba muy alterado.

Pasado un tiempo, las monjas pensaron que el vecino se había marchado y olvidaron el incidente, pero cuando una de ellas se dirigió a la puerta para salir a buscar el coche, aparcado junto a la iglesia, se encontró con un incendio intencionado.

El mendigo había introducido una manta ardiendo por un buzón de grandes dimensiones, en la entrada del convento, y las llamas empezaban a propagarse. La rápida reacción de las hermanas evitó este extremo y la Policía Local y los bomberos fueron informados del ataque.

Una patrulla se desplazó rápidamente hasta el convento de Son Roca y procedió a la detención del sospechoso, que seguía por las inmediaciones, muy nervioso y violento. Según informaciones policiales, no es la primera vez que el individuo provoca incidentes, casi siempre relacionados con las penurias económicas por las que atraviesa, además de por su delicado estado físico. Las monjas, por caridad, han retirado la denuncia.