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La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando la muerte de un británico de 35 años, cuyas siglas son D. L. K., que en la madrugada de ayer cayó desde un décimo piso en Magaluf y se estrelló contra un coche estacionado.

A las seis de la mañana un vecino de la Avenida Magaluf sacó a pasear a su perro y a la altura del número 5, en los Apartamentos Formentor, descubrió un cuerpo destrozado sobre el capot de un coche. Se trataba de un varón que vestía únicamente con unas chanclas y un bañador, por lo que desde el primer momento se sospechó que era un turista extranjero. El problema residía en que la víctima iba indocumentada y que no vivía en el edificio desde el que se precipitó.

Los agentes de la Guardia Civil visitaron, uno a uno, todos los pisos de la finca, y no encontraron a nadie que conociera a la víctima. El coche sobre el que cayó era un KIA con placas de matrícula 9337-GYZ, que sufrió cuantiosos daños materiales.

A las ocho de la mañana, los agentes de la Policía Judicial precintaron la escena de la muerte y procedieron a recoger indicios sobre lo que había ocurrido. Al principio se especuló con la que caída hubiera sobrevenido desde el segundo piso, y después se investigó si fue desde el séptimo. Por la tarde, con las diligencias policiales más avanzadas, se confirmó que la caída fue desde un décimo piso y que todo apuntaba a una muerte voluntaria o un accidente.