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La Policía Local de Palma tiene identificados a un grupo de entre 15 y 25 nuevos vendedores ambulantes ilegales que ejercen su actividad ilícita en Platja de Palma y a los que tienen catalogados como los ‘alborotadores' de los últimos incidentes registrados.

Al parecer y, según fuentes próximas a la investigación, se trata de un grupo de senegaleses recién llegados, la gran mayoría, desde Torrevieja, en Alicante.

Nada más llegar, la tranquilidad vigente durante el verano en la principal zona turística de Mallorca se rompió. A partir de ese instante, los cabecillas se convirtieron en improvisados líderes e incitaron al resto de compatriotas a enfrentarse con los policías para conseguir su objetivo.

A raíz de esos primeros enfrentamientos, la Policía Local de Palma y el Cuerpo Nacional de Policía incrementaron su presencia en la zona, aumentaron las medidas de precaución y realizaron varias intervenciones conjuntas. Ahora, los ‘alborotadores' están sometidos a una vigilancia especial por parte de los diferentes cuerpos. De hecho, desde la última redada practicada en la calle del Jamón, los ánimos de los vendedores ambulantes ilegales están más relajados y evitan por completo los enfrentamientos directos con la policía.

La situación en Platja de Palma es complicada. Según el propio alcalde de Palma, Mateu Isern, el número de vendedores ambulantes superan los 2.000. La gran mayoría de ellos, ya se encuentran en situación legal en el país y siempre que se les intervienen género, a pesar de tener el NIE, entregan la documentación senegalesa para que el Ajuntament tenga complicaciones para poder cobrar las sanciones.

Además, en la última operación un total de 18 vendedores ambulantes ilegales fueron detenidos, 58 personas identificadas y denunciadas y una gran cantidad de material se incautó.

A las 22 horas del miércoles se inició un amplio operativo conjunto integrado por, algo más de 50 agentes, del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Palma que concluyó bien entrada la madrugada del pasado jueves.
Tras haberse detectado un aumento considerable de africanos practicando la venta ambulante ilegal se realizó un operativo conjunto en la zona de los Biergardens.

A las 24 horas, los africanos estaban en libertad con cargos y con un proceso de expulsión abierto. Al carecer de centro de internamiento para inmigrantes, el proceso puede alargarse.