El vehículo quedó calcinado tras el incendio que se declaró en el interior. | Vasil Vasilev

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A las seis y veinte cinco de la madrugada todavía es noche cerrada. Un taxista de Palma espera que un semáforo del Passeig Marítim se ponga en verde. De repente, como un misil, un Audi TT le adelanta por un lado y un Rover 75 MG por el otro. Los dos coches circulan a una velocidad temeraria y frente el Parc de la Mar la carrera acaba en tragedia: el Rover pierde el control, se estrella y comienza arder. El balance: dos jóvenes fallecidos carbonizados, otro crítico y un cuarto, herido.

Las víctimas que viajaban en el Rover con placas de matrícula 7523-BNZ son cuatro jóvenes gitanos, al parecer de la barriada de La Soledat. Habían estado de marcha y a esa hora regresaban a casa. Dos iban sentados delante y otros dos detrás. El vehículo enfiló el Passeig Marítim, en dirección al Portixol, y cuando circulaba delante del Parc de la Mar algunos conductores repararon en la gran velocidad a la que circulaba. El motivo era un pique con un Audi TT de gran cilindrada. La carrera, sin embargo, duró poco. El Rover iba por el carril rápido, el izquierdo, y pasó al derecho. A continuación perdió el control y arrancó de cuajo una farola, para salir después despedido contra una palmera. El lateral del conductor fue el que se llevó la peor parte, con todo ese lado deformado por el terrible impacto. El conductor y el pasajero que estaba justo detrás de él quedaron atrapados, mientras el coche comenzaba a arder.

Carbonizados

Los dos muchachos quedaron carbonizados en el interior y cuando un policía que acababa de salir de su turno de noche corrió en su auxilio ya estaban muertos. El agente se quemó la mano cuando intentaba abrir la puerta para auxiliar a los heridos.

Acto seguido llegaron otros dos funcionarios policiales, que tampoco pudieron hacer nada por las dos víctimas mortales. El copiloto pudo ser rescatado en estado crítico, con quemaduras muy graves, y el otro pasajero de la parte de atrás del coche fue el que tuvo más suerte y sólo sufrió algunas heridas. Hasta ese tramo de la autovía de Llevant se desplazaron ambulancias, policías locales y bomberos, que sofocaron las llamas y después comenzaron las tareas para rescatar los dos cuerpos carbonizados. El turismo quedó hecho un amasijo de hierros, por lo que los trabajos se prolongaron durante una hora.

El Cuerpo Nacional de Policía tomó las huellas a los dos cuerpos carbonizados y luego se iniciaron los trámites para identificarlos. Ayer el herido crítico fue evacuado al hospital Virgen del Rocío de Sevilla.