El acusado, José Almirón, cuando pasó a disposición judicial dos días después del crimen. | Alejandro Sepúlveda

TW
0

La Fiscalía reclama una condena de 17 años de prisión a José Almirón Laredo el autor confeso de la puñalada que costó la vida a su compañero de piso, Gabriel Gallart en Porto Cristo. El ministerio público considera que le mató cuando la víctima estaba tendida en un sillón casi inerte tras consumir una gran cantidad de alcohol y drogas. El acusado había admitido ser el autor de la puñalada pero siempre lo enmarcó dentro de una pelea entre los dos, algo que el ministerio público descarta en su escrito de conclusiones provisionales.

Gabriel Gallart falleció el 23 de junio de 2013 en el hospital de Manacor. Tenía 53 años de edad. Desde hacía tiempo vivía con el acusado. Ambos compartían domicilio para aminorar gastos porque los dos se encontraban en una situación económica muy precaria. El agresor tenía alquilada una habitación en la casa y los dos compartían gastos. Así, sobre las seis y media de la tarde, la Fiscalía sostiene que el acusado, «de forma súbita e inopinada» clavó a la víctima un gran cuchillo en el pecho. El arma le provocó una herida de trece centímetros y atravesó el diafragma y el estómago. Los daños internos fueron enormes y la víctima murió desangrada en el hospital. Con todo, fue el propio herido quien avisó a los equipos de emergencia y reclamó ayuda. En esa conversación, que fue grabada y fue aportada a la causa por la policía, la víctima identifica ya a su agresor al tiempo que solicitaba asistencia médica y gritaba «me han matado, ¿por qué?» El autor del crimen esperó en el mismo domicilio después de los hechos sentado en un sofá. Cuando la Policía Local y la Policía Nacional acudieron al lugar le encontraron en una actitud ausente.

Las primeras investigaciones apuntaban a que los dos hombres habían discutido por motivos económicos, por los gastos del piso y que eso fue el detonante del crimen.

El acusado, en su declaración judicial afirmó que los dos habían estado consumiendo grandes cantidades de alcohol durante todo el día. Con todo, la acusación pública no le reconoce ningún atenuante ya que considera que no tenía sus facultades mermadas cuando atacó a la víctima. El acusado también manifestó que no tenía intención de matar a Gallart y enmarcó lo ocurrido en la dinámica de una fuerte pelea entre los dos en la que él también se defendió del posteriormente fallecido.

El juicio se celebrará el próximo mes de mayo por un tribunal del Jurado en Palma. El acusado lleva en prisión desde el momento de los hechos. Gabriel Gallart era soltero y sus únicos familiares eran un tío y una sobrina.