Imagen de la fachada principal de la parroquia de Can Picafort | Magdalena Serra

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Unos ladrones no han tenido piedad de las personas más desfavorecidas y no han dudado en forzar la iglesia parroquial de Can Picafort, acceder a su interior y llevarse el dinero del cepillo y la comida de Cáritas.

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación del robo perpetrado en el templo eclesiástico y del sótano anexo donde se encuentra el almacén de los alimentos de Cáritas parroquial dedicados a los pobres de la zona Nord de la Isla.

Según las primeras hipótesis de la investigación, todo apunta a que los ladrones accedieron al interior del sótano de la iglesia forzando un ventanal ubicado a unos dos metros de altura. Una vez dentro, reventaron la puerta del almacén de alimentos y se llevaron comida no perecedera.

Una vez dentro de las instalaciones de la planta baja, los delincuentes también forzaron una puerta que conecta con el interior de la iglesia y una vez dentro se dirigieron directamente a por un cepillo ubicado en la puerta de entrada del templo de gran tamaño.

El balance de los daños producidos por los ladrones para entrar en las instalaciones de culto aún no han sido valorados con exactitud al igual que el botín obtenido dado que se trata de un cepillo de donativos de los fieles.