La víctima, una joven británica de 19 años de edad, subió a la atracción en la madrugada del 8 de junio de 2013. En torno a las tres y media salió despedida del toro mecánico y se golpeó en la cabeza. Sufrió un grave traumatismo craneoencefálico. A partir de ahí se inició una investigación judicial que fue archivada ya por el juzgado de Instrucción que se ocupaba de la causa. La defensa de la británica interpuso un recurso ante la Audiencia Provincial. Sostenía que la atracción mecánica suponía una «clara actividad de riesgo» para las personas ya que carecía de licencia que garantizara su correcto funcionamiento. Por lo tanto, sostenía que existió un delito de lesiones por imprudencia.
La Fiscalía sostenía que no se cometió ningún tipo de delito y la Audiencia llega a esa misma conclusión. En un auto sostiene que, si bien es cierto que el local carecía de licencia, existe un informe de un ingeniero que acredita que cumplían con todas las medidas de seguridad exigidas, tales como contar con garantía del fabricante, tener colchonetas y que hubiera un responsable del aparato. También indica que en la decisión municipal de no dar la licencia no se alegan motivos de seguridad y suma que la usuaria herida iba bebida.
3 comentarios
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Los bares, ni se inculpan ni se exculpan.
Tendría que declararse Calvià municipio anti-taurino, ya!
¡Si bebes no conduzcas!