Luis Rodríguez Toubes, izquierda, junto a su abogado, Laureano Arquero. | Alejandro Sepúlveda

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Laureano Arquero, abogado de Luis Rodríguez Toubes, quien presuntamente estafó 38 millones de euros a un matrimonio mallorquín, se ha preguntado ante el tribunal que le juzga «cómo este tirillas, que no pesa más de 40 kilos ni mide más de 1,50, iba a ser el gran embaucador del siglo XX».

Así lo ha puesto de manifiesto durante la lectura de los informes finales, en la que, «con permiso de Luis» -en alusión a su patrocinado-, se ha referido a él como «alfeñique» y «niñato» que, ha alegado, en ningún momento podría haber tenido la capacidad de urdir la estafa por la que se sienta en el banquillo desde el pasado lunes.

Tal y como ha señalado, las donaciones de bienes efectuadas por el matrimonio supuestamente estafado fueron otorgadas «libremente» a través de un acuerdo «legítimo».

La defensa reclama la absolución de su cliente, para quien la Fiscalía reclama cuatro años de cárcel mientras que la acusación particular, ejercida por la pareja denunciante, solicita hasta ocho años.

Durante su declaración en el juicio, Toubes manifestó que el matrimonio le dijo que «no tenían hijos y que les gustaría que su patrimonio quedara en manos de alguien de su misma cuerda, de su mismo nivel». «Querían donarme sus bienes y me los fueron entregando poco a poco. Son peculiares, no son gente común», apuntó.

Sin embargo, la Fiscalía asevera que fue Rodríguez Toubes quien convenció a los afectados de que le compraran dos inmuebles contiguos a la vivienda del matrimonio que en realidad no eran suyos y, a cambio de hacerles un precio ventajoso y encargarse él de la operación ante el banco, le donasen todos sus bienes a fin de aparentar solvencia económica.