El atraco se produjo a las seis de la tarde del jueves, cuando en la farmacia sólo se encontraba la hija de los dueños y una empleada. De improviso irrumpió en el establecimiento un individuo con un pasamontañas, que esgrimía un gran cuchillo de cocina.
«Dadme el dinero», exclamó el sospechoso, mientras las amenazaba con el arma blanca. Las mujeres abrieron la caja y le entregaron unos 800 euros, que el desconocido cogió y acto seguido emprendió la huida.
Las víctimas dieron la voz de alarma y en poco tiempo la Guardia Civil y la Policía Local se desplegaron por sa Coma, en busca del atracador.
Según parece, el hombre cubría su rostro con una especie de braga. La parte del pelo que le quedaba visible era canoso y su complexión era normal, de unos 50 años de edad. Los investigadores creen que era de un país sudamericano, ya que tenía un fuerte acento.
En el exterior de la farmacia había un testigo que vio algo y ahora los investigadores buscan a esa persona, que podría aportar datos sobre la huida del sospechoso. La Guardia Civil del cuartel de Artà se ha hecho cargo de la investigación y los agentes están realizando ímprobas gestiones para dar con el atracador.
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