Un hombre niega en el juicio haber abusado de su hija discapacitada

Los presuntos abusos habrían ocurrido a partir de 2003, cuando ella tenía 14 años y él 60, en el domicilio de la familia en Manacor. Según las acusaciones, hubo dos episodios en los que el hombre le mostró los genitales a su hija con ánimo de satisfacer sus instintos sexuales, y otros en los que le hizo tocamientos y la penetró utilizando preservativo.

Anteriormente, la joven había sido víctima de abusos sexuales por parte de un vecino, unos hechos que ya fueron juzgados y por los que el agresor fue condenado.

Durante el juicio al padre celebrado ante la sección primera de la Audiencia, el hombre ha negado todas las acusaciones y ha dicho que ni le mostró los genitales a su hija, ni la tocó, ni la penetró. Ha dicho tener una buena relación con la joven y no saber por qué pudo contar que esos abusos se habían producido.

Un terapeuta del Servicio de Protección al Menor que trató a la joven ha relatado durante el juicio que en julio de 2004 la chica aportó un testimonio completo y detallado de abusos sexuales por parte de su padre biológico que considera creíble por lo detallado y porque además presentaba otros indicadores como miedo a los adultos varones, dificultades de atención y ansiedad.

El fiscal y la acusación particular, en nombre del departamento de Menores del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) han pedido que el hombre sea condenado a 10 años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales sobre una persona con transtorno mental y abusando de una posición reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima.

El abogado defensor ha pedido la absolución al entender que no se ha acreditado que los abusos se produjeran, que hay contradicciones en el relato que ha ofrecido la joven y que la acusación se basa únicamente en un informe psicológico.