Según informan los Mossos d'Esquadra, los investigadores averiguaron que, mediante la red social Facebook y correos electrónicos, los autores de los hechos aprovechaban el mundo del «cosplay» para captar a sus víctimas.
El «cosplay», una palabra resultante de la contracción de 'costume' (disfraz en inglés) y 'play' (jugar), es una subcultura japonesa que consiste disfrazarse de personajes manga, 'anime' (animación) y de videojuegos, en este caso con una variante sexual.
Uno de los autores de los hechos utilizaba un perfil con el nombre de «Shana» y se presentaba oficialmente como fotógrafa, para iniciar así los primeros contactos.
Los captadores pagaban pequeñas cantidades de dinero a las menores a cambio de fotografías y vídeos, e iban subiendo el contenido sexual.
Las imágenes obtenidas servían para extorsionar a las víctimas, a las que amenazaban con difundirlas si no accedían a hacer otras nuevas fotografías aún más explícitas.
Los agentes han identificado al menos dos víctimas, una de 17 años que denunció ante el juzgado de Manresa (Barcelona) y otra de 13 años, pero no se descarta que puedan aparecer más conforme avance la investigación.
Por esos hechos, los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado jueves a un vecino de La Bisbal, de 29 años y nacionalidad española, que sería quien pagaba el dinero.
El segundo implicado es un vecino de Barcelona que se había mudado recientemente a Palma de Mallorca, por lo que los Mossos pidieron al Cuerpo Nacional de Policía que procediera a su detención.
Los dos detenidos quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial, con la orden de no acceder a las redes sociales como medida preventiva, según informan los Mossos d'Esquadra.
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