María y Óscar, el viernes en el hospital de Inca. | Redacción Sucesos

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Óscar es un minusválido que va en silla de ruedas y vive en Campanet. El viernes por la mañana se encontraba en la parada de autobuses de la Plaza Mayor y dos buses que se detuvieron no llevaban rampa de acceso. El conductor del siguiente autobús le dijo que tenía que bajar él mismo la rampa y esta se acciona desde arriba en el interior. El joven, de 31 años, se puso nervioso. Cogió una piedra y se plantó frente al vehículo para que no arrancara. Amenazó al conductor con romper la luna con una piedra. El chófer, ante la tensa situación, llamó a la Policía Local.

Óscar, cuando vio que llegaba un agente y un concejal del pueblo, lanzó la piedra al suelo. El policía lo redujo, según la versión de la víctima, agrediéndolo y tirándolo de la silla de ruedas. Lo inmovilizó. Óscar, tendido en el suelo, tuvo que llamar a la ambulancia, que lo trasladó hasta el hospital de Inca. Presentaba heridas en el brazo y en la vejiga.

El joven permaneció toda la tarde en observación y después acudió al cuartel de la Guardia Civil, con el parte de lesiones, para interponer la denuncia contra el policía que le golpeó.