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La fiscal y la defensa del hombre acusado de agredir y violar a su hija menor en el domicilio familiar de Almassora (Castellón), hechos que ella relató en una redacción escolar, han pactado este martes para el procesado, que ha reconocido los hechos, una pena de 17 años de prisión.

La fiscal reclama además el pago de una indemnización de 30.000 euros por el perjuicio moral causado.

El abogado de la defensa ha explicado que se trata de un acuerdo de conformidad impropia, porque por la gravedad de los delitos enjuiciados, «el tipo de proceso previsto, el sumario, no permite el trámite de conformidad propiamente dicho».

El acusado ha reconocido los hechos en el juicio celebrado la mañana de este martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón, que ha quedado visto para sentencia.

En la sesión han declarado, entre otros, la víctima, la madre de ésta y la tutora de la niña, que fue quien dio la voz de alarma después de que la menor relatara en una redacción escolar que su padre la había violado.

El acusado se enfrentaba a 37 años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual a una menor, por un delito de malos tratos continuados en el ámbito familiar y dos delitos de agresión sexual a la niña.

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Los hechos sucedieron desde julio de 2010 en el domicilio familiar de Almassora, donde residía el acusado con su esposa y sus hijos, que llegaron a España procedentes de Ucrania por reagrupamiento familiar.

En el momento de su llegada a España la víctima contaba con 9 años de edad.

El acusado «actuando con ánimo de satisfacer su deseo sexual» aprovechaba la ausencia de su esposa y del resto de hermanos de la menor para forzarla, llegando a violarla en dos ocasiones, según relata el escrito de acusación.

Según el relato del fiscal, la menor no oponía resistencia a las agresiones sexuales «al estar paralizada por el miedo que le infundía el procesado».

En abril de 2013 la familia se trasladó a vivir a Vitoria, y en octubre de 2014 la menor relató «en una redacción autobiográfica dirigida a la que entonces era su tutora que su padre la había violado».

Según el escrito de acusación, la niña «presenta un daño psicológico reactivo a la vivencia de la interacción sexual abusiva y violenta por parte de su padre, con incidencia en las esferas personal, familiar, académica y social» y está en tratamiento psicológico especializado por estos hechos.