Una muchedumbre se concentra para recordar a las víctimas del incendio durante un concierto en Oakland, California. | STEPHEN LAM

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El número de muertos en el incendio del viernes en un concierto en Oakland (EEUU) ascendió a 36, mientras una investigación criminal busca la causa del suceso ocurrido en un almacén sin permisos para celebrar eventos.

Las autoridades esperan que el balance de víctimas aumente a medida que avance la búsqueda de cadáveres, que ha cubierto hasta ahora el 70 % del edificio.

«Definitivamente, creemos que el saldo mortal será mayor», dijo en rueda de prensa Teresa Deloach Reed, jefa del Departamento de Bomberos de Oakland, sin ofrecer la cifra de desaparecidos.

Un portavoz policial indicó que se trabaja con una lista de 50 nombres proporcionados por las familias, pero los agentes no creen que todas esas personas estuvieran en el concierto y sean víctimas.

El fuego se desató poco antes de la medianoche del viernes en un gran almacén que albergaba estudios de artistas y donde esa noche más de 50 personas asistían a un concierto de música electrónica del del sello 100 % Silk en el que participaban Golden Donna, Cherushii, Nackt y Russell E. L. Butler.

Se desconoce la causa del incendio, pero se ha localizado su origen en la parte trasera del edificio y se ha iniciado una investigación criminal sobre el suceso.

Preguntada por la prensa, la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, explicó que el edificio solo tenía permiso para servir como almacén y, por lo tanto, no tenía autorización para «ser residencia o sala de eventos».

Se ha identificado a 33 de las 36 víctimas, entre las que hay tres personas de «Finlandia, Corea y Guatemala», informó a los medios un portavoz policial.

La mayoría de las víctimas eran jóvenes de entre 20 y 30 años, pero también al menos un adolescente, un chico de 17 años cuyo nombre no se ha publicado al ser menor de edad.

Las labores de rescate tuvieron que ser suspendidas durante nueve horas la madrugada del lunes porque había riesgo para los bomberos debido al mal estado de la estructura.

«Es muy pronto para hacer conjeturas», advirtió la fiscal del distrito de Alameda, Nancy O'Mally, en un momento en el que medios, vecinos y residentes del almacén, conocido como «el barco fantasma», hablan de condiciones de riesgo e incidentes y denuncias previas.

En el almacén, de gran tamaño, se habían declarado otros incendios y muchas advertencias sobre el peligro existente, según el relato de los residentes recogido por medios de Oakland.