Fernando Blanco y Margalida Puigserver, acusados de estafa, junto a su hija Nadia. | Redacción Digital

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El juez que investiga la supuesta estafa en los donativos para el tratamiento de Nadia, la niña con una enfermedad rara, ha acordado este viernes enviar a prisión sin fianza al padre y ha dejado en libertad con cargos a la madre, si bien le ha quitado la custodia de la menor, de once años de edad.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el titular del juzgado de instrucción número 1 de La Seu d'Urgell (Lleida) ha acordado, como solicitaba la fiscalía, enviar a prisión a Fernando Blanco, el padre de Nadia, por un delito de estafa, ya que supuestamente desvió para otros fines 600.000 de los 918.000 euros que habían recaudado en donativos para el tratamiento de la niña.

El juez también ha acordado dejar a la madre, Marga Garau, en libertad con cargos, si bien ha suspendido su patria potestad sobre Nadia, que quedará bajo la tutela de una familiar, situación que se comunicará a la Generalitat, según fuentes judiciales.

Tras interrogar a lo largo del día al padre y a la madre de la menor, que fueron detenidos el pasado miércoles por los Mossos d'Esquadra, el juez ha acordado las medidas cautelares planteadas por la fiscalía, después de que los movimientos bancarios hayan acreditado, según la investigación policial, que la familia gastó en fines ajenos al tratamiento de la menor 600.000 de los 918.000 euros que recaudaron en donativos para la niña desde el año 2008.

El fiscal había pedido prisión para el padre, al apreciar que existen indicios de un delito grave de estafa y ante el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

El juez ha acordado enviar a la cárcel al padre de Nadia tras subrayar la gravedad de la acusación, su especial implicación en la supuesta estafa, su capacidad económica, su falta de arraigo, la posibilidad de destruir pruebas, su reiteración delictiva y su evidente facilidad para salir de España, según fuentes judiciales.

Respecto de la madre, el fiscal había solicitado que quedase en libertad con cargos y que se suspendiera la patria potestad de los progenitores, para que la custodia de la niña quedara en manos de una tía materna con residencia en Mallorca.

«Se trataría de evitar en lo posible la continuación de la exposición pública de la menor y que pueda hacer una vida normalizada, lo que con la progenitora resulta imposible en estos momentos», según la Fiscalía.

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Según un informe que los Mossos d'Esquadra han entregado al juez, los padres de Nadia han gastado en fines distintos al tratamiento de su hija unos 600.000 euros de los 918.000 recogidos en donativos desde 2008 para intervenciones médicas de envergadura para la niña, que finalmente no se llegaron a practicar.

Los Mossos d'Esquadra han llegado a esta conclusión tras analizar los movimientos bancarios de la pareja, en los que se detecta una gran cantidad de reintegros y gastos que no tienen ninguna relación con el tratamiento médico de la menor.

Como ejemplo, la asociación creada para recaudar fondos para la menor pagaba el alquiler de la casa donde residía la familia, en Fígols i Organyà (Lleida), con un coste anual de 9.800 euros, y también había hecho un pago a una empresa de automoción por valor de 24.500 euros, entre otros.

En el registro en el domicilio de la familia los Mossos encontraron el pasado miércoles por la noche 1.845 euros en efectivo, 32 relojes de gama alta valorados en 50.000 euros, una estilográfica, un ordenador, tres tabletas electrónicas y tres teléfonos móviles, todos de gama alta, así como marihuana.

En el momento de su detención el pasado miércoles, cuando trataba de huir de un dispositivo policial, Fernando Blanco, de 52 años, llevaba encima 1.450 euros en efectivo, dos relojes y varios dispositivos electrónicos de alta gama, así como una pistola de fogueo y varios cartuchos de rifle.

Pocas horas después de arrestar al padre de Nadia, los Mossos también detuvieron a la madre, Marga Garau, de 44 años, cuando se personó a la comisaría de La Seu d'Urgell, si bien en su caso quedó en libertad pocas horas después, mientras que su marido ha pasado dos noches en comisaría antes de comparecer ante el juez.

Una vez trascendió el caso, el juez bloqueó las cuentas de la pareja, donde ahora disponen de 319.676 euros en depósitos en dos entidades bancarias.

El padre de Nadia ya fue condenado en el año 2000 en Palma a cuatro años y diez meses de cárcel por estafar, mediante la falsificación de documentos, 120.000 euros a la empresa en la que había trabajado.