Los dos acusados, en el banquillo de la Audiencia Provincial. | Alejandro Sepúlveda

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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 21 años de cárcel para Juan Cifre por matar a Llorenç Colom en 2014, en Pollença. El alto tribunal ha desestimado el recurso interpuesto por la defensa del acusado, conocido en el pueblo como ‘Escorpí’.

El crimen ocurrió el 13 de enero de 2014. A primeras horas de la mañana, Juan Cifre coincidió con la víctima, de 84 años, en el bar Dragut. El agresor observó que el anciano llevaba billetes de 50 euros en su cartera. Ideó un plan para robarle.
Esa misma noche, Juan Cifre acudió al domicilio de Llorenç Colom. Empuñaba un hacha y llevaba un casco con linterna frontal. La puerta de la casa del anciano estaba abierta. El condenado desconectó el cuadro eléctrico de la vivienda y asestó dos golpes en la frente al octogenario con el hacha. El anciano cayó al suelo y murió.

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El abogado de Cifre indica que en la sentencia de la Audiencia no se aplicaron las atenuantes de confesión y drogadicción. Considera que se trata de un homicidio y no un asesinato.

El Supremo responde que el acusado no reconoció los hechos hasta que fue detenido en mayo. Ya estaba siendo investigado. El alto tribunal explica que no queda acreditado que Cifre cometiera los hechos por su grave adicción a las drogas. La Sala añade que los hechos son constitutivos de un asesinato. «El ataque fue traicionero, sorpresivo y contra una persona de avanzada edad por lo que la concurrencia de la alevosía no puede ser cuestionada».