Operarios de la funeraria trasladan el cuerpo de Raquel Martín al instituto forense. | Alejandro Sepúlveda

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Los datos obtenidos de las autopsias y la investigación policial descartan el uso de productos tóxicos y apuntan a que Raquel Martín León ahorcó a su hija Alicia cuando la pequeña dormía.

Los resultados de la autopsia eran vitales para determinar si la madre había drogado o sedado a su hija antes de asesinarla. Los investigadores, en cualquier caso, están a la espera de otras analíticas para descartar la presencia de pastillas en el organismo de la niña de 18 meses.

Otro dato que ha revelado la autopsia es que la menor no se autolesionó para intentar liberarse, lo que podría indicar que fue asesinada cuando dormía. Cuando el marido de Raquel, Julio Ramón Cano Nuñez, descubrió los cuerpos llevaban horas muertas, lo que lleva a pensar que el asesinato y posterior suicidio se produjo sobre la medianoche del martes al miércoles.

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No estaba planificado

Otro detalle que ha trascendido de fuentes judiciales es que queda descartado que la madre llevara un tiempo planificando el crimen. De hecho, no se han encontrado ni cartas, mensajes o diarios de Raquel Martín en los que hiciera alusión al tema. Al contrario, todo parece indicar que se trató de un «arrebato de locura» de la mujer, que tras muchos años de convivencia con su esposo vio cómo la relación se acababa.

Los problemas serios de la pareja, que tenía una buena posición económica, empezaron hace unos meses. Raquel Martín, nacida en Las Palmas y de 34 años de edad, estaba en el paro y algunos allegados le reprochaban que no buscaba trabajo con verdadero interés.