En concreto, ha explicado en conferencia de prensa la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, en la llamada operación Perillán se ha detenido a siete españoles, un búlgaro y un marroquí (7 hombres y 2 mujeres) y se han realizado cuatro registros domiciliarios, uno de ellos en Zumárraga (Guipúzcoa) y tres en Tarragona.
Los agentes han intervenido 54 kilos de «speed» (unas 200.000 dosis una vez adulterada la droga), 300 gramos de heroína, dos kilos de hachís, 10.000 euros en efectivo y dos vehículos, así como una pistola de calibre 9 milímetros, otra de 6,35 milímetros, un fusil de asalto, una escopeta de repetición junto a diversa munición y material para el corte y distribución de la droga.
La operación continúa abierta, ha comentado el capitán de la Policía Judicial Gerardo Suárez, que ha destacado las grandes medidas de seguridad que utilizaba este grupo, con vehículos lanzadera para detectar controles policiales y dobles fondos en los coches.
Además, cuando el vehículo cargado de droga llegaba a Navarra, lo dejaban unos días en la calle para detectar la presencia policial en la zona antes de retirar del mismo las sustancias estupefacientes.
Las investigaciones se iniciaron cuando agentes de la Guardia Civil, dentro del plan preventivo del tráfico de drogas durante los Sanfermines, supieron de la existencia de una organización, con conexiones nacionales e internacionales, dedicada a la distribución de sustancias estupefacientes.
Por ello, establecieron varios dispositivos de seguimiento y control sobre estas personas, una operación que culminó con la detención de siete personas, dos de las cuales, consideradas los cabecillas de la banda, han ingresado en prisión y el resto han quedado en libertad con cargos.
Una parte del grupo estaba especializado en el tráfico de speed y hachís y adquiría grandes cantidades de estas sustancias a organizaciones asentadas, respectivamente, en Holanda y Marruecos.
La segunda rama de la organización, especializada en el tráfico de heroína, introducía la droga procedente de Pakistán a través del puerto y el aeropuerto de Barcelona y después la enviaba a Tarragona, donde disponían de varios lugares de almacenamiento y tratamiento.
Finalmente, la droga era trasladada a diversas comunidades, entre ellas Navarra y, más concretamente, a Pamplona para su venta durante los Sanfermines.
Suárez ha señalado que los miembros de la organización no dudaban en exigir a sus clientes, bajo amenazas de muerte, el pago de sus deudas, para lo que exhibían las armas que han sido intervenidas.
Menos una de ellas, que carecía de documentación, el resto eran legales, ya que uno de los miembros de la banda tenía licencia de armas en la modalidad de Tiro Olímpico.
4 comentarios
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Eso le cuesta seguridad social un ojo de la cara..tratamientos etc.. Les deja la cabeza seca con secuelas
Home, molta, tu diràs! Si cada setmana hi ha redades... Però era per sa broma aquesta típica de que es bascos van a lo gros amb es menjar i es beure, de si tallen arbres amb sa motoserra apagada i si ses afores de bilbao comencen a burkina faso... 54 kg per un tot sol és com a molt, per això sa conya de si essent basc era per consum propi :D
O te penses que per aquí no circula droga???
"Esto es para consumo propio, ahivá la ostia", va dir un dels detinguts.