El arresto fue practicado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. | Alejandro Sepúlveda

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La técnica del hurto amoroso llega de nuevo a la Isla. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención de una joven marroquí de 23 años acusada de robar a tres ancianas mediante esta técnica delictiva.

A la detenida se le imputan tres delitos de robo cometidos en el centro de Palma y en Manacor. El primero de los casos tuvo lugar sobre las doce del mediodía en una calle de la barriada de Pere Garau, de Palma. La víctima, una mujer de 81 años, se encontraba tranquilamente sentada en un banco cuando se le aproximó una joven, se hizo pasar por una conocida y le dio un abrazo. Acto seguido, comenzó a darle un masaje a la mujer al mismo tiempo que le sustraía una cadena de oro y varias joyas más.

El segundo robo fue perpetrado en el pasaje Dante. La ladrona llevaba unas gafas de sol de gran tamaño y no tuvo ningún problema para engañar con otro falso masaje a una mujer de 71 años. En esta ocasión, se llevó un collar de oro de gran valor. Finalmente, una mujer de 79 años se convirtió en la tercera de sus víctimas. Entre abrazos y masajes, la sospechosa consiguió hacerse con un importante botín. Tras una exhaustiva investigación, la Policía Nacional consiguió apresar a la delincuente y presentarla ante el juez de guardia.

‘Modus operandi'
Los delincuentes que utilizan la técnica de los hurtos amorosos suelen aproximarse a sus víctimas utilizando para ello cualquier excusa con el fin de ganarse su confianza y así mantener un contacto físico que les permita sustraerles objetos sin que se percaten. Como norma general siempre eligen personas de avanzada edad portadoras de joyas y les roban mediante abrazos, masajes o falsos vínculos familiares.