En el primero de los casos, la Policía ha informado este martes de la detención de un individuo que en la madrugada del 9 de septiembre propinó una paliza a un hombre homosexual en el interior de un vagón, a la altura de la estación de Sol.
Según la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los hechos sucedieron hacia las 01:30 horas, cuando un grupo de unos veinte jóvenes comenzó a golpear las paredes del vagón contiguo al que viajaban la víctima y su agresor.
Al igual que el resto de pasajeros, la víctima se asomó para comprobar qué pasaba, cuando una persona se le acercó a su rostro de «manera muy violenta e intimidatoria», le espetó: «Deja de mirar mal a mis amigos, maricón, bujarra», y a continuación le propinó un puñetazo en el ojo derecho, lo que hizo que la víctima perdiera el equilibrio y cayera al suelo.
Varios amigos del agresor comenzaron a golpearle por todo el cuerpo con patadas y puñetazos, por lo que tuvieron que intervenir algunos viajeros que estaban viendo la agresión y que también terminaron contusionados.
A causa de la agresión, la víctima sufrió una luxación de su hombro izquierdo y la fractura de la clavícula izquierda, por lo que interpuso la denuncia en comisaría.
El detenido, a quien se le imputa un delito de lesiones con el agravante de condición sexual, fue arrestado a principios de octubre por agentes del Grupo de Delitos de Odio de la Brigada Provincial de Información y puesto a disposición del juez.
En el segundo caso, un joven ha denunciado ante la Policía que el pasado día 13 fue víctima de una agresión homófoba por parte de un hombre que llevaba un niño en brazos y que le propinó una patada en la pierna tras llamarle «maricón».
Según Arcópoli, el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, los hechos se produjeron pasada la medianoche dentro de un vagón de la línea 1 de Metro que en ese momento circulaba entre las estaciones de Ríos Rosas e Iglesia.
El joven F.P., de 26 años, regresaba a su casa cuando un hombre de unos 30 años, que llevaba un niño en brazos, le miró y le dijo «ten cuidado conmigo», por lo que el joven se alejó y se sentó en un asiento libre en el vagón.
No obstante, el hombre no dejó de mirarle durante todo el trayecto entre ambas estaciones y al abrirse las puertas del vagón se volvió hacia él y el dijo «¡maricón! Suerte que tengo al niño en brazos», tras lo cual le dio una patada en el muslo de la pierna y salió del vagón con el niño y con una mujer que justificó al agresor y trató de disculpar el ataque.
Metro de Madrid ha expresado su disposición a investigar lo sucedido, ha dicho Arcópoli, que con este último caso registra ya 236 incidentes de odio en la Comunidad de Madrid, una cifra «preocupante» que debe llevar a «trabajar duramente en todos los ámbitos de la sociedad para poder erradicar este tipo de ataques», según su coordinador general, Yago Blando.
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