Se reanuda el juicio por la violación de los sanfermines con la presentación de las pruebas periciales

Según el calendario marcado por el tribunal, este lunes y martes se examinarán las pruebas periciales del caso, y posiblemente se visionen por primera vez los vídeos que los acusados grabaron de los hechos.

El miércoles se interrogará a los cinco procesados, el jueves declararán los testigos propuestos por las defensas, el viernes 24 y lunes 27 presentarán los informes finales las acusaciones y las defensas, y se dará derecho a la última palabra.

Estas dos son las dos únicas sesiones públicas del juicio, que comenzó el pasado día 13 y se desarrolla a puerta cerrada para proteger la intimidad de la denunciante y no someter a una sobreexposición a los imputados, cinco jóvenes andaluces que se hacen llamar «la manada».

Todos ellos se declararon el primer día «inocentes» de la agresión sexual y de otro delito contra la intimidad, y cuatro también del robo del móvil de la chica, que uno de ellos, un guardia civil, admitió.

Al día siguiente, el 14 de noviembre, testificó cerca de cuatro horas la joven madrileña, que se ratificó en sus primeras declaraciones, cuando explicó que había sufrido un shock ante la superioridad numérica y física de los presuntos agresores, lo que le impidió cualquier intento de defenderse.

Un estado que según su abogado, Carlos Bacaicoa, fue confirmado el viernes por las técnicas del Ayuntamiento de Pamplona que prestaron a la joven la primera ayuda psicológica, cuando estaba «desconsolada» y «le creyeron» su versión por la experiencia que acumulan.

También declararon la semana pasada como testigos la pareja de jóvenes que se encontró a la chica llorando en un banco aquella madrugada del 7 de julio, cerca del portal donde ocurrieron los hechos, y dio aviso a SOS Navarra.

Policías municipales y forales han completado la lista de citaciones de la primer semana del juicio, entre los primeros los agentes que asistieron a la chica en un principio y que ratificaron asimismo ante el tribunal que su actitud no les pareció fingida.

Los cinco acusados se enfrentan a penas que oscilan entre 22 años y 10 meses de cárcel, que pide la Fiscalía, y los 25 años y 9 meses que solicita como acusación popular el Gobierno de Navarra, mientras que sus defensas piden la absolución.