La Guardia Civil ya tiene claro qué roles adoptaron los cuatro delincuentes. El mallorquín Marcos Rotger Vidal, de 58 años, era el chófer de la banda; los hermanos gemelos Mauricio y Freddy Escobar, de 25 años e inmigrantes colombianos, eran el brazo ejecutor, y el también isleño José Antonio Sánchez Lara, de 44, y alias ‘Pep Merda', era el ideólogo del grupo.
Los lazos entre los protagonistas también han sido desvelados: Los dos mallorquines, «unos perdedores» en palabras de los investigadores, conocían a Freddy porque era su «camello». Ambos eran consumidores habituales de estupefacientes, sobre todo marihuana. Marcos, vecino de Campos, fue albañil y lo relacionan con un prostíbulo de s'Arenal. Su amigo ‘Pep Merda' compartía con él su afición por el juego y era un desastre como hombre de negocios. Llevó un céntrico bar en Campos pero no funcionó.
Pep conocía a Pau Rigo Llaneras, el jubilado de 77 años que se convirtió en el objetivo de la banda, porque sostiene que le debía una comisión por colocar máquinas tragaperras en bares. Marcos, en cambio, mantiene que no conocía ni a Pau ni a su mujer, Apol·lònia Mestre. El atracado, antes de jubilarse, fue director de banco en Campos, por lo que la Benemérita duda de que no lo tuviera «ni visto».
Puente de la Constitución
En diciembre Freddy, Marcos, Pep y un magrebí deciden «hacer una visita» al matrimonio de Porreres. Saben que tienen dinero en efectivo en casa, procedente de su negocio de máquinas tragaperras, y eligen el puente de la Constitución porque creen que habrá menos vigilancia policial. El asalto es un éxito y sustraen 30.000 euros.
Antes de huir, Freddy y el magrebí les advierten de que no denuncien nada: «O volveremos y os mataremos». Pau y Apol·lònia, aterrorizados, obedecen. Afuera esperan Marcos y Pep, pero parece que los engañan con el botín. El primero sólo recibe unos 1.300 euros y el segundo una cantidad similar. El matrimonio, por su parte, extrema las medidas de seguridad en la finca, donde Trablisa instala una alarma y un «botón del pánico».
La mala vida que llevan los hampones hace que el dinero vuelva a escasear y la codicia les empuja a planificar un segundo asalto.
En el atraco previsto para el sábado 24 de febrero aparece Mauricio, el hermano gemelo de Freddy. Ambos tiene fama de pendencieros, aunque sus vecinos de la barriada palmesana de La Soledat se deshacen en elogios hacia su familia: «Sus padres son muy trabajadores y honrados. Son humildes, pero unos padres coraje. Cuando trajeron a Mallorca a Freddy, el niño tenía unos 8 años. Son una familia muy católica».
De madrugada
El cuarteto queda en la Colònia de Sant Jordi. Es noche cerrada y Marcos, en el Volkswagen Polo blanco de su hijo, recoge a Pep en Campos y ambos se dirigen a su encuentro con Freddy y Mauricio, los hermanos boxeadores. Todos juntos enfilan el Camí de Son Vells en dirección a Porreres.
El plan es que entren los dos colombianos en la finca y sus acólitos les den cobertura desde fuera. Freddy y Mauricio, con pasamontañas, guantes y dos patas de cabra de distinto color, saltan al jardín y esperan a que el matrimonio salga.
La cacería ha comenzado. Pau y Apol·lònia se demoran en salir más de lo esperado. Ya es de día y la temperatura es muy baja. Finalmente, el jubilado abre la puerta del domicilio para comprobar si funciona la depuradora de la piscina. Es el momento que estaban esperando los dos gemelos, que se abalanzan sobre él y le tapan la boca con fuerza.
«No puedo respirar»
El hombre les indica que no puede respirar y los atracadores llegan a un acuerdo con él: «Te vamos a quitar la mano de la boca, pero no intentes nada». Lo llevan adentro y reducen a la mujer, a la que maltratan. De hecho, la lanzan contra el suelo y le propinan una patada en la espalda. Los ladrones quieren abrir dos cajas fuertes.
Arramblan con los paquetes de monedas que pueden cargar en una mochila y después dejan al matrimonio en un cuarto. Los hermanos siguen registrando el domicilio. El asalto no dura más de doce minutos y cuando llega a su fin se produce la tragedia. Pau Rigo, aficionado a la caza, aprovecha un descuido de sus captores y coge una de las tres escopetas que tiene en la vivienda.
Es en este punto sobre el que defensas y acusaciones están entablando la batalla legal: Freddy sostiene que el jubilado dispara a bocajarro sobre Mauricio cuando ya estaban junto a la puerta, listos para huir. No hubo, según él, legítima defensa. El jubilado, por el contrario, contó que no llevaba gafas y que uno de los dos gemelos se le echó encima para atacarle, por lo que disparó para defenderse. Tras el tiro, la reacción de Freddy es brutal: se lanza sobre el septuagenario y le golpea hasta dejarlo casi inconsciente. Luego arrastra a su hermano y se lleva la escopeta, pero acaba soltando a Mauricio, que agoniza. Y el arma. Y escapa con el dinero.
24 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Que busquen bien al magrebí y le den lo suyo en el juzgado. Y que dejen a ese matrimonio en paz.
se lanza sobre el septuagenario y le golpea hasta dejarlo casi inconsciente. Luego arrastra a su hermano y se lleva la escopeta, pero acaba soltando a Mauricio, que agoniza. Y el arma. Y escapa con el dinero. esta mas que claro.
Todo no. Un 25% de éxito.
Y si en lugar de tres escopetas cargadas, hubiese tenido tres pitbulls?. Los perros hubiesen protegido el hogar, y no se estaría hablando de asesinato, ni aunque los hubiesen devorado. Claro que las tenía cargadas porque estos individuos ya les habían atacado y amenazado de muerte, por eso ni se atrevieron a denunciarlos. Si total, en dos días ya están en la calle, la ley no nos protege de estos criminales. Este anciano tenía un miedo insuperable, temía por su vida y la de su esposa. Las secuelas de un atraco son muy graves, sobre todo a nivel psicológico. No sentirte seguro ni en tu propia casa, tiene que ser un infierno.
Que haya delincuentes mallorquines es inevitable, lo que si se puede evitar es que vengan mas de fuera cerrando las fronteras
Hay que tenerlo claro, si entran en mi casa.... Para que llore mi madre, que llora la tulla.
Hay que ver la cantidad de mierda y verdades que sale sobre esa gentuza (me refiero a los dos mallorquines y a los dos colombianos, por si algún tarugo se confunde). Al final Freddy era camello y no una eminencia, ni un santo. Y no iban a pedir un paquete de lentejas a esos ancianos. Y ojo, que como estuviesen federados, los que están jodidos son esos dos (por partida doble).
Ahora resultara que los atracos deben salir bien.... que el atracado no diga nada o no este y que a los atracadores no les pase nada y disfruten de sus horas de trabajo y emolumentos..... sin pagar seguridad social. Por favor....
Para trabuco: Soy mallorquin de pura cepa y no se si tu lo eres o no. Solo se que en España, y por lo tanto en Mallorca existe la libertad de vivir donde se quiere y si alguien no esta a gusto donde vive, tiene la posibilidad de irse a otra provincia e incluso a otro pais. En cuanto a tu opinión sobre los mallorquines, quizas, hasta cierto punto, podria compartirla, pero no a nivel general de todos los mallorquines.
Porque no se deja que se aplique la ley? Dentro de dos dias nadie hablara del caso que es cuando la gente deberia pedir cambiar la ley. Pero No. El mallorquin no saldra a la calle a defender a nadie si no es de su cuadra.