El procesado en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. | Guillermo Esteban

TW
7

El acusado era ayudante del entrenador de un club de fútbol de Palma. La víctima, de 13 años, acudía a diario a su domicilio, en la calle Salvà de la ciudad. Allí es donde el hombre abusó del menor durante cinco meses. El sospechoso se declaró culpable ayer ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Admitió una condena de dos años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual, pero no ingresará en prisión.

El tribunal tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de confesión como muy cualificada. El encausado ha reconocido los hechos desde el primer momento. El abogado del procesado solicitó la suspensión de la pena de cárcel. El fiscal y el letrado de la acusación particular no se opusieron a la suspensión con la condición de que se someta a un programa de educación sexual y que abone 4.200 euros de indemnización al afectado.

El ayudante de entrenador de fútbol no podrá trabajar con menores durante siete años. Tampoco podrá comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 500 metros en el mismo plazo de tiempo.

Los hechos ocurrieron entre diciembre de 2016 y mayo de 2017. El menor acudía diariamente al domicilio del acusado. El hombre, aprovechando la confianza que tenían, le realizaba tocamientos en la zona genital por debajo de la ropa, al tiempo que le decía que era muy guapo. La Fiscalía reclamaba en un principio una condena de cinco años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual a menor de 13 años. Este jueves, tras llegar a un acuerdo con el sospechoso, rebajó su petición. El hombre no ingresará en prisión, pero permanecerá cinco años en libertad vigilada.