José R.F., nacido en Jaén hace 50 años, discutió con un conocido de su ciudad el verano pasado en Peguera. Un domingo de julio se lo encontró en un bar. Le amenazó con una navaja y el otro hombre le hizo frente con una silla. José R.F. abandonó el lugar. Volvió poco después con una escopeta de caza. Un testigo fue por detrás y lo cogió por el cuello para reducirlo. En el forcejeo el arma se disparó contra el suelo. La Fiscalía pide una pena de 13 años y medio de cárcel por estos hechos. El ministerio público acusa a José R.F. de un delito de tentativa de homicidio.
Ocurrió la tarde del 16 de julio de 2017. Los perdigones salieron rebotados y alcanzaron a cuatro clientas del bar ajenas al incidente. Una madre y su hija de 10 años, una turista alemana de 30 y una mujer española que estaba de vacaciones en Mallorca sufrieron heridas leves. La Policía Local de Calvià se desplazó enseguida hasta el bar y detuvo a José R.F., que ofreció resistencia. El agresor, tras ser detenido, espetó a los agentes: «Ojalá lo hubiera matado, tenía el arma cargada». La Policía Judicial registró registró el domicilio del hombre. Los investigadores descubrieron que el arma era robada y que el agresor carecía de licencia. Tenía la escopeta desde hacía un año y un mes.
El detenido, que se encuentra en prisión provisional, cuenta con antecedentes por delitos de robo con violencia, tenencia ilícita de armas, robo con fuerza, conducción bajo bebidas alcohólicas y receptación. La Fiscalía acusa al procesado por otros cuatro delitos: Tenencia ilícita de armas, receptación, lesiones imprudentes y lesiones con instrumento peligroso. La Audiencia de Palma acogerá el juicio próximamente.
6 comentarios
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Ja sabeu..barco de rejilla!
13 años? Si mata a alguien sólo son dos más. Algo no está bien en la justicia española.
En Texas estaría en la calle después de pagar los daños y entregar su arma al sheriff.
pues yo me pregunto es mas delincuente el que la hace o el que lo deja hacer? si hay un individuo de estas características que no puede vivir con la sociedad y es capaz de tales fechorías, y yo lo dejo hacer a que siga con tales acciones, no se pero algo de culpa deberé tener? o lo achaco como siempre a las leyes, quien hace o designa las leyes pues estos son tan culpables como los que lo hacen y sin embargo estos viven tan tranquilos en sus casas ya que están bien custodiados y saben que nadie les molestara.
Un individuo como este no debería volver a pisar la calle , es un peligro para la sociedad , hay sociopatas que no pueden ser reinsertados sencillamente porque no quieren y porque han hecho del delito su forma de vida.
Otro que parece no tener remedio. La integración es un milagro con está clase de delincuentes. Cuando quede en libertad, después de cumplir condena, que espero sea por muchos años, volverá a cometer fechorías casi con toda seguridad. Son muchos los factores que inducen a pensar así. Pero nuestro sistema padece una ceguera atrófica.