La sucesora de ‘La Paca’ tenía el claro objetivo de querer hacerse con el control total y absoluto del poblado. Se convirtió en la plataforma de distribución y logística de la entrada de droga en la Isla. | Pere Bota

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La Guardia Civil acusa aLa Eva', la jefa de Son Banya, de ser quien abastecía de droga a los diferentes clanes del poblado.

Según fuentes próximas a la investigación a las que ha tenido acceso Ultima Hora, la considerada policialmente como la ‘reina de la coca' y su marido, ‘El Lolo', eran los encargados de introducir grandes partidas de cocaína en la Isla utilizando para ello coches provistos de sofisticados sistemas de ocultación de droga.

Una vez en Mallorca la droga era distribuida entre los diferentes clanes gitanos del poblado chabolista que se dedican a la venta de droga al menudeo. Para ello, los agentes de la Policía Judicial de Algaida y el ECO (Equipo contra el Crimen Organizado) han constatado que utilizaban al clan de ‘El Andújar' para controlar al resto de clanes.

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Controlar el poblado

De la investigación también se desprende que la sucesora de ‘La Paca' tenía el claro objetivo de querer hacerse con el control total y absoluto del poblado. Por ese motivo se convirtió en la plataforma de distribución y logística de la entrada de droga en la Isla. Nada más producirse las primeras filtraciones y chivatazos, ‘La Eva' decidió escapar y refugiarse en Valencia.

Desde allí pretendía, en la sombra, controlar el poblado. Todos los fines de semana, correos del clan de ‘El Andújar' eran los encargados de viajar hasta Valencia con grandes cantidades de dinero. Acto seguido, regresaban a Mallorca con la droga alojada en el doble fondo de coches ‘correos'.

La sucesora de ‘La Paca' estuvo en Sagunto y Valencia, desde allí, durante varios meses controló el negocio, pero finalmente recaló en Hellín, una población de Albacete de unos 30.000 habitantes, donde se refugió junto a los suyos para no llamar demasiado la atención. Ahora se investiga quién dio el chivatazo a Eva María Crespo, que escapó a la Península con su esposo Juan Manuel Amaya Batista y su hijo de 21 años, Juan Francisco Amaya Crespo.