El herido aseguró que podría reconocer a todos los implicados, pero justo en ese momento entró en la emisora del 092 otro aviso, en concreto una agresión sexual a una mujer en una calle próxima a la rotonda de Can Blau. Los agentes sospecharon que ambos sucesos podían estar relacionados y pasaron el caso al Cuerpo Nacional de Policía, para que se hiciera cargo de la investigación. | J.B.

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La Policía Local de Palma se movilizó en la madrugada del sábado para aclarar un extraño caso que sucedió en la rotonda de Can Blau, al final de la calle Manacor, donde un hombre apareció apuñalado y golpeado. Muy cerca de allí se había producido una agresión sexual a una mujer y ahora se está investigando si ambos sucesos guardan relación.

A las 4.52 horas, un individuo llamó desde un teléfono móvil a la centralita del 092 y denunció: «Me han apuñalado». Tras pedir ayuda, facilitó su dirección y cuando se ponía en marcha el dispositivo para auxiliarle una patrulla de la Policía Local pasó casualmente por esa rotonda.

Sangraba

Los agentes le preguntaron qué le pasaba y el sujeto les respondió que: «Me han dado una paliza y me han apuñalado». El individuo, que vestía con una camiseta blanca, pantalones oscuros y deportivas, sangraba por la boca y presentaba un corte en la ceja. Cuando le ayudaron a levantarse comprobaron que también presentaba cortes en la espalda y el costado: «Me han pinchado varias veces», repitió. Sin embargo, su versión de los hechos fue bastante confusa y no se explicaba con claridad.

De acuerdo con su relato, trabaja «con unos gitanos en una obra que les hago en el polígono de Levante. Al mediodía he ido a coger unos bloques a otra obra para seguir, pero por la noche ha aparecido un grupo y me ha preguntado por qué he cogido los bloques». A continuación, añadió que él trató de explicarles que los había comprado, pero que los otros le replicaron que los había robado y le exigieron una compensación de 800 euros, que él se negó a pagarles. «Creo que querían dinero para drogas», insistió. El grupo, siempre según este relato, lo retuvo en contra de su voluntad y le propinó una paliza «aunque al final me pude escapar».

El herido aseguró que podría reconocer a todos los implicados, pero justo en ese momento entró en la emisora del 092 otro aviso, en concreto una agresión sexual a una mujer en una calle próxima a la rotonda de Can Blau. Los agentes sospecharon que ambos sucesos podían estar relacionados y pasaron el caso al Cuerpo Nacional de Policía, para que se hiciera cargo de la investigación.

El apuñalado podía caminar y llegó por su propio pie hasta la ambulancia, donde los sanitarios le realizaron las primeras curas. En un principio, su estado no revestía gravedad, aunque fue evacuado a un hospital para confirmar el alcance de las lesiones.