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La Fiscalía reclama una condena de tres años de prisión por un delito de estafa para un empresario de origen chino por alquilar un local que no tenía licencia a otro empresario alemán. Los hechos, según el ministerio público, se produjeron en junio de 2014.

El acusado firmó un contrato por el que alquilaba a la víctima un local en la calle Escuela Graduada de Palma para abrir en él una cafetería. El local tenía una renta anual de 16.000 euros. Sin embargo, a pesar de lo que anunció el arrendador, no tenía licencia municipal de cafetería, sólo de bar, ni posibilidad de acceder a este permiso puesto que carecía de sistema de extracción de humos. Sólo tenía una salida simulada. A la vez, el local tenía la luz cortada por impago, algo que también ocultó el arrendador.

De esta manera, la víctima no pudo comenzar a explotar el negocio que tenía pensado y sólo pudo hacerlo como bar. Perdió alrededor de 10.000 euros al año.