La Guardia Civil expuso ayer en la Comandancia parte del material intervenido. | Alejandro Sepúlveda

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El 13 de julio, uno de los narcos desembarcaba en el puerto de Palma procedente de Gandía (Valencia). Circulaba con varios niños a bordo de una furgoneta Mercedes Viano gris. Los agentes le dieron el alto y registraron el vehículo. En el interior, en un doble fondo, localizaron tres kilos de cocaína. La banda desarticulada y encarcelada utilizaba ‘correos' con menores para pasar desapercibida. Jugaba al despiste.

La ‘operación Titanum' arrancó el 28 de septiembre de 2017. La Guardia Civil detuvo en Portugal al cabecilla y a parte de la organización con 32 kilos de cocaína ocultos entre frutas. Después eran transportadas hasta Mallorca en un contenedor marítimo.

El líder del grupo fue puesto en libertad por las autoridades portuguesas y regresó a la Isla. La Guardia Civil obtuvo el pasado junio los primeros resultados de la investigación y se incautaron en Barcelona 14 kilos de cocaína que provenían de Portugal. Tenían como destino el puerto de Palma. Los agentes realizaron seis registros en Sevilla, Madrid, Barcelona y Toledo, y arrestaron a cinco personas.

El capo de la organización viajaba continuamente a Madrid y Sevilla. Quedaba en persona con sus proveedores para cerrar los acuerdos relacionados con la adquisición de las sustancias. Así obtenía la droga a un precio más económico.

El jefe tenía un gran poder de persuasión. Su lugarteniente también se desplazaba para entregar el dinero. La persona encargada de transportar la cocaína y el hachís era el hombre al que la Guardia Civil sorprendió el pasado 13 de julio al desembarcar en el puerto de Palma, acompañado de varios menores, con tres kilos de cocaína.