Imagen de archivo de un usuario de Facebook navegando en la red social.

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Estefanía M. creía que su pareja, José M., le era infiel. Para confirmar sus sospechas entró en el ordenador personal de su novio y accedió a su cuenta de Facebook. Allí comprobó que efectivamente sus conjeturas no iban desencaminadas. En ese momento se le ocurrió hacer una captura de una conversación subida de tono con una amante y enviársela a sus amigas. La Audiencia Provincial ha ratificado ahora la condena de dos años de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Los hechos ocurrieron el 2 de enero del año 2016. Después de semanas sospechando que había una tercera persona metida en su relación, E.M. pasó a la acción. Entró en el ordenador de su pareja y confirmó que su novio tenía una relación con otra persona. Su reacción fue hacer una foto del intercambio de mensajes y enviárselos a tres amigas. Y eso le ha costado la pena de dos años de cárcel.

La acusada, el día del juicio, negó los hechos, pero la juez tuvo en cuenta su declaración el día del sumario, donde sí admitió haber compartido las conversaciones privadas de su novio con otra mujer. Asimismo, las amigas admitieron en sede judicial haber recibido la captura.

La defensa solicitó a la juez una rebaja de la pena ya que el día de los hechos sufrió un ataque de ansiedad, pero la magistrada declaró probado que el 2 de enero durmió en casa de su madre y no acudió al médico hasta el día siguiente, una vez enviadas las capturas a sus amistades.