Flores y lazos atados en la carretera al lado del puente durante el homenaje celebrado un mes después del derrumbe del puente Morandi, en Génova. | LUCA ZENNARO

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Génova rindió este viernes homenaje a las 43 víctimas mortales del derrumbe del puente Morandi, ocurrido hace un mes, mientras centenares de desplazados y otros afectados por los daños tratan de rehacer sus vidas.

«Génova fue golpeada por una tragedia inaceptable. La reconstrucción es un deber. Hay que hacer que vuelva la normalidad y la esperanza», afirmó el presidente del país, Sergio Mattarella, poco antes de que se guardara un minuto de silencio por los fallecidos.

Exactamente a las 11.36 horas (9.36 GMT), momento en el que parte de la estructura del viaducto se desplomó haciendo caer al vacío a muchos vehículos que transitaban por la autopista, numerosos ciudadanos se congregaron en la zona del desastre para su homenaje silencioso, mientras las tiendas y negocios cerraban sus puertas en señal de respeto.

«Génova no está esperando buenas intenciones y garantías, sino decisiones y actuaciones concretas», continuó el jefe del Estado en una entrevista.

Génova guarda un minuto de silencio por víctimas del puente un mes después

El primer ministro, Giuseppe Conte, se desplazó a esta ciudad del norte de Italia para reunirse con el alcalde, Marco Bucci, y el presidente de la región de Liguria, a la que pertenece Génova, Giovanni Toti, y explicarles las medidas que se plantea adoptar el Gobierno.

El alcalde de Génova comparó el área del desastre con la Zona Cero de Nueva York, el lugar donde en 2001 se derrumbaron las torres gemelas por el peor atentado terrorista de la historia.

«Como la Zona Cero de Nueva York, una ciudad que fue capaz de resurgir del desastre muy bien, nosotros queremos hacer lo mismo», señaló después del minuto de silencio.

«Génova no está de rodillas. Hoy recordamos a las víctimas y pensamos en la reconstrucción para salir de la tragedia con una ciudad más fuerte y grande que antes», aseguró el edil.

La víspera, el ejecutivo de coalición de la ultraderechista Liga y el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E) aprobó un decreto «urgente» para ayudar a los más de 400 desalojados y afrontar los daños causados por el derrumbe.

El decreto prevé, entre otras medidas, ayudas a los afectados para la reconstrucción de las viviendas y negocios dañados, ventajas fiscales, apoyo a las pequeñas empresas, al transporte público local y a la actividad del puerto.

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También la constitución de una agencia para la seguridad de calles, carreteras y vías férreas, que contará con 250 ingenieros que recorrerán toda Italia para comprobar el estado de las infraestructuras, según detalló el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli.

Según el decreto, será obligatorio que las infraestructuras tengan unos sensores que permitirán controlar en cada momento su estado.

Tras la tragedia, la Fiscalía de Génova abrió una investigación para esclarecer la causas, en la que por el momento hay 20 personas investigadas, entre ellas directivos de la concesionaria Autostrade per l'Italia, filial de Atlantia y responsable de la manutención del puente, y hoy comenzaron los primeros interrogatorios.

El gobernador de Liguria destacó que hacer justicia es la principal prioridad: «saber qué pasó, que causó algo así».

El puente colapsado, obra de Riccardo Morandi y terminado en 1967, fue visto como un diseño de vanguardia de la ingeniería en ese momento, y se convirtió en un símbolo que conectaba los dos lados de una ciudad que serpenteaba a lo largo de la orilla del mar.

Tras la conmoción creada por un desastre que algunos ven como anunciado -han trascendido algunas informaciones sobre advertencias de expertos acerca del mal estado de mantenimiento- uno de los arquitectos más celebres del país, Renzo Piano, ofreció un diseño para reconstruir la infraestructura.

Piano, de 80 años, y ganador del premio Pritzker, quiere implicarse así en la reconstrucción del puente de Génova, su ciudad natal.

La oferta fue aceptada por el gobernador, Giovanni Toti, quien anunció recientemente que contaba con Autostrade per l'Italia para llevarlo a cabo.

Pero el Gobierno italiano, que tras el desastre anunció que quitaría la concesión del puente a Autoestrade, no quiere saber nada de esta compañía, que ha sido acusada de falta de mantenimiento del puente, y el viceprimer ministro, Luigo di Maio, aseguró que no permitiría reconstruir el puente «a quien lo ha hecho desplomarse».

El líder del antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E) añadió que esta obra debe hacerla una empresa pública como Fincantieri para poder ser supervisada.

Desde distintos grupos de la oposición se ha criticado la inacción del Gobierno.
«A un mes de la tragedia de Génova, el Gobierno tiene la cara dura de presentar un decreto prácticamente vacío. No hay nada sobre el puente que debe reconstruirse, ni el nombre del comisionado (que dirigirá las tareas de reconstrucción) y las compensaciones son inferiores a las sumas demandadas», señaló el jefe del grupo parlamentario de PD, Andrea Marcucci.